En Juego la Democracia en el Próximo Proceso Electoral 2020-2021

Tal como lo ordena la Constitución Mexicana, el Instituto Nacional Electoral es el organismo público autónomo encargado de organizar, vigilar y coordinar las elecciones federales; y en algunos casos, las elecciones locales de los Estados.

 Hay que decir que el proceso electoral federal comienza en el mes de septiembre de este año; y concluye, con el dictamen y declaración de validez o hasta que el Tribunal Electoral haya resuelto el último de los medios de impugnación que se hubieren presentado, tal como lo establece la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
 
Por primera vez, los Estados llevaran a cabo sus comicios locales el mismo día. En ellos se elegirán diputados, gobernadores, presidentes municipales, alcaldes y congresos locales.
 
Destaca, que los estados en los que se renovarán gubernaturas, diputaciones locales y ayuntamientos serán Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
 
En la Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán se elegirán congresos y alcaldías. Las votaciones para ayuntamientos serán en Coahuila, Quintan Roo y Tamaulipas, mientras en Aguascalientes, Durango e Hidalgo sólo se renovaran los congresos locales.
 
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral habrá una concurrencia inédita de comicios, se contarán con padrón electoral sin precedentes que superará las 96 millones de personas, y se disputarán más de 3,500 cargos.
 
Todo ello significa que estamos a tiempo de hacer una buena reflexión sobre quienes serán nuestros próximos gobernantes y a quienes elegiremos, debiendo estar al pendiente en cada momento de las propuestas de precampaña y campaña que hagan los pre candidatos y candidatos.
 
De no ser así, estaremos corriendo el riesgo de que las cosas no cambien y que en un futuro no muy lejano cueste más trabajo corregir los errores del presente.
 
Es importante destacar, que donde si se deben hacer reformas estructurales y esenciales, es en los requisitos que deben reunir aquellas personas que deseen contender en los procesos electorales o para cualquier cargo de elección popular.
 
Principalmente, que hayan tenido una buena gestión en su encargo público -pues ahora con las reformas constitucionales es inevitable que muchos Diputados Federales busquen reelegirse para asegurar su permanencia en el poder-, así como la buena reputación que debe imperar en el candidato, haber cursado cuando menos una carrera, y provenir de familia respetable.
 
Muchos estarán en desacuerdo, sin embargo se necesita gente letrada para hacer e implementar las normas jurídicas; además, poder tener un poco más de certeza sobre la forma en la que pudiera gobernar, pues si tiene buena reputación y una familia honorable, seguro tendrá valores que le servirán para gobernar con mayor equidad, eficiencia y en beneficio del gobernado.
 
Por que, contrario a lo anterior, vemos en todas las elecciones un proceso de reciclaje en la política mexicana, en cada elección aparecen como candidatos casi las mismas personas que en procesos pasados fueron elegidos o cuando menos votados, dentro del mismo u otro partido político; siempre los vemos vigentes en cargos de elección popular o como servidores públicos, como un arte de magia aparecen en cualquier gestión.
 
Por cualquier lado que se mire, en esto no se advierte algún beneficio ni para los gobernados y mucho menos para la transformación del poder político, lo que conlleva a deducir que la continuidad no es benéfica, salvo para los reciclados, o en su caso que hayan hecho una gestión en donde verdaderamente se haya ayudado a la sociedad.
 
Nuestra forma de elegir a esos gobernantes es mediante el sistema político conocido como democracia, que es la facultad que se le da al gobernado para que mediante su voto elija y controle a sus gobernados.
 
Pero en México pasa algo muy extraordinario, impera un doble discurso, ya que por un lado se dice defender uno de los postulados con el que precisamente se logró erradicar la permanencia en el poder -algo así como el reciclaje actual del que estamos hablando- “sufragio efectivo no reelección” que defendió Benito Juárez; y por el otro, se busca la reelección con la anuencia constitucional.
 
Por ello, debemos ser conscientes como entes facultados con el derecho de elegir a nuestros gobernantes, de que debemos conocer a fondo quienes son las personas que pretenden les demos el voto para que nos representen.
 
Conocerlos, no implica saber sus nombres solamente, se debe conocer el proyecto de trabajo que ofrece en caso de que resulte electo; la buena reputación que lo preceda; la trayectoria y experiencia laboral, la cual resulta muy importante para asegurarnos que el cargo por el cual será elegido, lo desempeñe de la mejor manera. El INE tiene la responsabilidad de hacer publicidad a esos proyectos, y verificar que todos los candidatos tengan buena reputación, hasta que ese mismo Instituto tenga el valor por luchar para que los candidatos y candidatas cuenten con buen curriculum, o suficiente para ayudar a la sociedad.