La Comisión sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos de las Naciones Unidas tiene la responsabilidad de regular la exploración y la utilización del espacio ultraterrestre.
Existente diversos instrumentos internacionales que para el efecto se han creado en la ONU, como: la Declaración de los Principios jurídicos que deben regir las Actividades de los Estados en la Exploración y Utilización del Espacio Ultraterrestre; el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes; el Acuerdo sobre el salvamento y la devolución de astronautas y la restitución de objetos lanzados al espacio ultraterrestre; el Convenio sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales; Convenio sobre el registro de objetos lanzados al espacio ultraterrestre; y el Acuerdo que debe regir las actividades de los Estados en la Luna y otros cuerpos celestes.
En las citadas normas internacionales se prohíbe el emplazamiento de armas nucleares o de cualquier tipo de armas de destrucción en masa en el espacio ultraterrestre y el estacionamiento de dichas armas en cuerpos celestes. También establece los principios básicos relacionados con el uso pacífico del espacio.
A pesar de ello, el año pasado el presidente Donald Trump destinó financiamiento para la creación de la “Fuerza Espacial de Estados Unidos”, la cual estará bajo el mando de la Fuerza Aérea de ese país.
Trump precisó que no se trataba de la "Guerra de las galaxias",ya que todos los operativos se realizan remotamente con cohetes y satélites. Pero describió al espacio como el "más nuevo dominio en el mundo para combatir la guerra"; aunque señaló que la intención no es poner tropas en órbita, pero sí es proteger las instalaciones de EE.UU. en el espacio, como los cientos de satélites que usan para la comunicación y vigilancia.
La creación de la Fuerza Espacial se anunció en medio de los avances que China y Rusia están logrando en la última frontera militar, ya que esas dos naciones poseen láseres aéreos y misiles antisatélite.
Lo cierto es que, desde hace un par de años, China, Estados Unidos y Rusia están compitiendo para desarrollar las armas más avanzadas de la historia, como las hipersónicas que se mueven a velocidades interestelares.
George Nacouzi, experto en armas hipersónicas de la Rand Corporation, y quien asiste a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos explicó a la BBC Mundo, que existen dos tipos de armas hipersónicas:
-Vehículos de desplazamiento hipersónico (HGV), que son una especie de planeadores que son enviados al espacio, alcanzan grandes altitudes y luego vuelven a entrar con trayectorias erráticas a la ubicación que es blanco.
-Misiles de crucero hipersónicos (HCM), que son básicamente una modalidad de proyectiles que cuentan con un sistema de propulsión que rompe varias veces las barreras del sonido.
Un ejemplo de estas armas, es la que probo China en el mes de agosto de 2018, el Starry Shy-2, un dispositivo que voló, según las autoirdades de Pekín, 7.344 kilometros por hora. Eso representaría seis veces la velocidad del sonido, una rapidez tan descomunal que podría darle una vuelta completa al Ecuador en menos de dos horas.
También, se encuentra el Sistema de misiles estratégico con unidad hipersónica planeadora Avangard de Rusia. De acuerdo con la agencia Tass se trata de un misil con alcance intercontinental que pronto estará listo para su despliegue.
Lo que distingue a este sistema de otras armas existentes es la capacidad de volar en la atmósfera a distancias intercontinentales a una velocidad hipersónica de 24.140 kilómetros por hora.
De acuerdo con la información que se ha dado de esta sorprendente arma es que a medida que se acerca a su objetivo, el misil puede ajustar la altitud y la dirección para evitar los sistemas de defensa. Lo que nos hace preguntar, ¿que sigue ahora en el tema de armas con la inteligencia artificial, la tecnología G5, y las computadoras cuánticas?
Como lo hemos visto, la carrera armamentista que han emprendido las tres principales potencias exige que se comience a reconsiderar y replantear las estrategias y las normas jurídicas existentes para regular y controlar el uso del espacio ultraterrestre para la implementación de estas armas hipersónicas, ya que ahora no solo debe preocupar a la humanidad las armas de destrucción masiva sino estas nuevas tecnologías para el uso de la guerra.
La Organización de las Naciones Unidas y todas las naciones deben enfocarse en controlar y regular el uso de este armamento y que no se utilicen para dañar a la sociedad o personas inocentes en cualquier parte del mundo, incluso afectar las instalaciones o cualquier objeto que esta en órbita.