¡Colosio ha muerto!

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Jamás sabemos –a ciencia cierta– si Luis Donaldo Colosio Murrieta habría sido o no un buen Presidente de México; una bala nos negó esa posibilidad. Lo que indudablemente sabemos es que tuvo el valor de criticar y señalar lo que hizo mal ese régimen político y proponer caminos de solución en consecuencia.


Hoy –al igual que hace 21 años– lloramos el infame asesinato de un hombre que supo hablar fuerte y claro frente al poder; que criticó y puso especial acento a los graves problemas que todavía aquejan a nuestro país. Hoy –más que nunca– siguen vivas las exigencias de justicia, equidad y bienestar que, desde entonces, denunció Colosio en aquel emblemático discurso del 6 de marzo de 1994 y que –muchos creemos– pudieron haber encontrado una mejor ruta de solución que las impuestas desde hace más de 20 años.
Hoy, desgraciadamente, la memoria de Colosio se ha reducido a una ceremonia de alegorías, adulaciones y frases huecas; mientras que la injusticia, la desigualdad y el desgobierno crecen al amparo de una clase gobernante cada vez más frívola, sin preparación, irresponsable, inescrupulosa, brutalmente ambiciosa, que deja al garete y a la suerte los destinos de más de 100 millones de mexicanos.
¡¿Qué más da lamentarse por la muerte de un hombre excepcional mientras que diariamente mueren cientos a causa de la pobreza extrema a quienes el poder ignora?! ¡¿Qué más da exaltar la honorabilidad de una persona mientras la corrupción crece de forma cínica y exponencial?! ¡¿Qué más da halagar la rectitud, cuando la impunidad es fomentada desde las cúpulas de decisión, alentando al comportamiento anti ético y hasta criminal de los líderes, dirigentes y directivos gubernamentales?! ¡¿Qué más da exigir justicia cuando los "garantes de la Constitución" violan los principios y fundamentos que le dieron origen, en pro de una comprensión deficiente y populista de la protección a los derechos humanos, alentando la exoneración de criminales confesos?! ¡¿Qué más da recordar la diligencia de un cuadro militante que defendió la ideología de su partido, cuando se han transgredido todos y cada uno de los fundamentos y principios permitiendo, inescrupulosamente, la prostitución de la política y las asociaciones inconfesables?!
Hoy –más que nunca– se hace patente que Luis Donaldo Colosio ha muerto y, junto con él la responsabilidad, el patriotismo, la ideología y los principios que regían la política, en pro de un pragmatismo voraz e irresponsable que nos ha transformado en la peor pesadilla de cualquier nación: volvernos un país de cínicos.
@AndresAguileraM