Durante las últimas tres semanas el Estado de Oaxaca ha vivido un bloqueo por parte de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación. La población ha sido la más afectada, pues los productos, bienes y servicios de primera y segunda necesidad no llegan a los destinatarios. Comida, combustibles y toda clase de productos escasean en el Estado natal del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García.
Los bloqueos de los integrantes de la Coordinadora y sus aliados han hecho que la desesperación de la población oaxaqueña se incremente; los empresarios exigen que el gobierno declare al estado como zona de desastre económico, para que los recursos públicos de la federación lleguen como salvavidas a una entidad, de por sí depauperada, que no encuentra esperanza ni posibilidad en lograr hacer que se vuelva a la normalidad. El estado de Oaxaca está sitiado, ante la mirada indiferente de la sociedad mexicana que se preocupa más por la “nota roja” y lo “políticamente correcto” que por el bienestar de los conciudadanos.
Mientras tanto, y derivado del enfrentamiento entre elementos de la Policía Federal y grupos de personas vinculadas con los integrantes de la CNTE que realizaban bloqueos en Nochixtlan, la Secretaría de Gobernación, ha iniciado un diálogo con los integrantes de la coordinadora. Los hechos indican que el gobierno ha cedido y se ha negociado la liberación de los líderes presos por lavado de dinero y malversación de fondos. Sin embargo, la voluntad de diálogo y negociación de la coordinadora no se muestra por ningún lado. Por el contrario, han incrementado su belicosidad.
Este martes, 28 de junio, se publicó una fotografía que muestra el nivel de barbarie que han alcanzado los mal llamados “maestros” de la Coordinadora: dos elementos de la Policía Federal fueron obligados a hincarse y descalzarse sobre el asfalto de la carretera federal 175, y fueron obligados a sujetar una manta con una leyenda contra las autoridades estatales y federales. Después de 30 minutos, fueron regresados a la cabina de la pipa y liberados.
Ante estos hechos sólo queda cuestionarse: ¿No es un diálogo de sordos y una negociación abusiva el donde una de las partes cumple con pedimentos mientras la otra mantiene su postura obtusa e intransigente? Yo estoy convencido de que sí. La CNTE es una organización que vive del chantaje y del abuso. Mientras el 80% de los maestros del país cumplen con sus obligaciones, se preparan y se mantienen firmes en sus convicciones y compromisos, estos barbajanes se mantienen en su postura intransigente, castigando a los niños dejándolos sin clase; al tiempo que dejan a una de las regiones más depauperadas del país, al borde del colapso económico y social.
Es necesario ponerles un alto a su arbitrariedad. Ya es momento de aplicar la ley u obligarlos a cumplir los acuerdos de las negociaciones. Una u otra. El gobierno no puede –ni debe– mantenerse complaciente ante una cínica extorsión de un grupo de delincuentes que utilizan la muy honrosa profesión de maestro.
@AndresAguileraM