El fantasma de la “Guerra Fría” comienza a recorrer el mundo nuevamente. Y no, esta vez no se trata de la lucha entre buenos y malos; no es la búsqueda del apoderamiento de conciencias por una u otra forma de gobierno y de ver el mundo; no se trata del discurso patriotero
de la “libertad y democracia”; no se trata de la lucha contra la tiranía dictatorial o el imperialismo yanqui; desgraciadamente se trata del cínico intento de las potencias, por apoderarse de los energéticos que existen en el medio oriente.
El pretexto populista para iniciar la incursión militar en Siria fue la agresión con armas químicas en contra de la población de ese país; la grotesca realidad es la búsqueda de los hidrocarburos y su comercialización. Quien tenga los energéticos, dominará económicamente la mayor parte de los países del orbe. Esa es la triste realidad y el cínico propósito. A ninguno de los líderes mundiales le interesa el estado en el que se encuentra la población Siria; a ninguno de ellos les conmueve que niños pierdan la vida por asfixia o por la explosión de algún misil, bomba o ráfaga de metralla; ni mucho menos les importa que, cuando los niños sirios fallezcan y se encuentren frente “a Dios” éstos los acusen por haberlos matado y lastimado. Para los nefastos intereses de las potencias; las personas son intrascendentes y de nula importancia; son prescindibles, no así el petróleo, el gas, o la industria del armamento; eso es, definitivamente, lo que importa y lo que genera poder.
Sin embargo, veremos que se buscará ganar la conciencia y el respaldo popular. Legitimarse a costa de nuevos mitos, ídolos y falacias; para así poder extender su dominio económico, militar y político en el mundo. Se creará un nuevo “Capitán América” que luchará contra la “tiranía” y defenderá la “libertad”. En su contra parte veremos al “Guardián Rojo”; a Alá y a las otras imágenes afines, queriendo justificar la posición de la contra parte. En esta guerra, veremos que habrán bandos y que el mito dará paso a la legitimación y al respaldo público.
Pareciera que Vladimir Putin y Donald Trump pretenden protagonizar, la segunda parte de la Guerra entre Oriente y Occidente, que mantuvo en el temor constante a todas las naciones del mundo. Insisto: no les importa nada más que sus intereses que, evidentemente, son muy distintos al de la mayoría de la gente; muy ajeno a los fines intrínsecos de la democracia y muy distantes a la tan cacareada libertad que tanto profesan proteger.
Mientras esto ocurre y los bandos se definen, el mundo vuelve a experimentar un miedo que –se presumía– se había superado: el espíritu de la “Guerra Mundial” empieza a cubrir al mundo; la gente nuevamente habla de refugios antibombas; la paranoia terrorista se apodera de las naciones civilizadas. La escasez de alimentos aumenta de forma exponencial, principalmente en los países con economías emergentes al tiempo que especuladores comienzan el acaparamiento. La política del miedo va en aumento y la población mundial es su rehén. Desgraciadamente todo indica que volveremos a someter nuestra libertad a la voluntad del “Capitán América” y del “Guardián Rojo”.
@AndresAguileraM