No os hagáis que ya lo sois

Ignoro la identidad del negociador que logró calmar los ánimos de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, Silvano Aureoles Conejo, Enrique Alfaro Ramírez y José Ignacio Peralta Sánchez, cuatro gobernadores de diferentes partidos pero con el mismo reclamo por el trato que les ha dado el inquilino de Palacio, no el gobierno que es un tanto subjetivo.

 “Voy a apoyar a la gente con mi presencia (...) independientemente de las diferencias con los gobiernos de esos estados que son públicas, son evidentes”, refirió el licenciado presidente poco antes de emprender ese periplo en el que Diego y Enrique fueron extremadamente comedidos; sorprendentemente dispuestos a colaborar incondicionalmente.

Prácticamente se postraron ante el señorpresidente en un acto de contrición que evidenció el nivel de negociación que hubo para que, en un santiamén, cambiaran de opinión y hasta de modo de andar. Al punto de las lágrimas el bragado gobernador de Jalisco ofreció disculpas por su mal comportamiento y, aunque de pronto pretendió alzarse charrito --como dice mi amigo Vladimir Galeana-- sucumbió frente a la figura del prócer.

Ni qué decir de Diego Sinhué, mandatario de Guanajuato cuya pertenencia al que parecía sólido grupo opositor de gobernadores del PAN y también del que integran los de Coahuila, Nuevo León, Durango y Michoacán, de pronto se despachó un discurso en el que prácticamente pidió al licenciado López Obrador olvidar el pasado y caminar del brazo y por la calle sin rencores, para enfrentar al crimen organizado, significado por el llamado Cártel de Santa Rosa de Lima.

Del michoacano Silvano Aureoles Conejo lo salva de esa actitud lisonjera de sus contrapartes de Guanajuato y Jalisco el haber referido que las discrepancias existen pero hay prioridades. Y sí, las hay como el hecho de que el pasado fin de semana fueron virales videos en los que el Cártel Jalisco Nueva Generación hizo una demostración de poder que fue minimizada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana. Alfonso Durazo Montaño, e incluso calificó como un montaje.

Lo peor del tema es que haber difundido esos videos y publicado notas informativas al respecto, fue factor para que inmediatamente desde Palacio se alzara la voz para calificar a la prensa de incurrir en la apología del delito, responsabilizarlos de ser obedientes servidores de los conservadores que buscan cualquier pretexto para atacar al gobierno de la 4T.

Reitero sin abandonar el tema: ¿quién fue el negociador que logró calmar los ánimos de cuatro gobernadores que dieron un singular montaje que no espectáculo de las buenas costumbres?

El licenciado presidente se dio el lujo hasta de tomarse la foto con los cuatro que, a diferencia de él, llevaban cubreboca con el mensaje elemental de que sí atienden las medidas sanitarias recomendadas.

Dicen que fue el reparto inmediato de las participaciones federales lo que logró ese cambio de actitud entre estos gobernadores que, en algún momento reciente, prácticamente fueron a patear la puerta Mariana de Palacio Nacional.

Pero no. Las participaciones federales del segundo trimestre del año, debían entregarse obligadamente en estas fechas, como ocurrió.

El punto es que la violencia es un mal que ha crecido exponencialmente en buena parte de la geografía nacional, algo que la administración federal no quiere ver. ¿Usted cree que la sola presencia del licenciado López Obrador apoyará a los mexicanos que están reiterada y sobradamente hartos de la delincuencia organizada y de poca monta pero al final delincuencia?

¿Por qué la insistencia de saber quién fue el negociador que convenció a los gobernadores para cambiar su actitud y sumaran a la tarea emprendida por el gobierno federal en la lucha contra la corrupción y la delincuencia que se desató singularmente en Guanajuato, Jalisco y Colima y está de vuelta en Michoacán?

Sería un exceso pensar que se puso en práctica la máxima referida hace poco por el inquilino de Palacio: liberales o conservadores, conmigo o en mi contra, porque sería una malsana forma de gobernar con el amago de dejar en la orfandad a los gobiernos opositores o disidentes en materia de apoyo de las Fuerzas Armadas.

Y más hoy que puntualizó un hecho: la Marina se va a cuidar costas y litorales porque eso dispone la Constitución y, su papel en la lucha contra la delincuencia organizada lo asume la Guardia Nacional.

¿Somos o nos hacemos?

Al inicio de semana, desde el púlpito de la mañanera en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, el licenciado Andrés Manuel aludió a un escenario que asume ya no existe:

“Entonces –citó López Obrador--, eso nos está dando resultado, el que la gente sea atendida como merece, los jóvenes sobre todo, y que no haya impunidad. Porque imagínense cómo era antes, no hace mucho, el secretario de Seguridad acusado de estar favoreciendo a uno de los grupos de la delincuencia.

“Tenían (la delincuencia organizada) el control de los gobiernos en los municipios, control de jueces, de ministerios públicos, de las policías municipales, policías estatales, en la procuraduría. Pero esto no lo estoy inventando, esto se sabe, incluso hay expedientes abiertos de todo lo que acontecía. Por eso tanta violencia.

“Entonces, ya no hay impunidad y no hay acuerdo de que vamos a perseguir a un grupo, a una banda para proteger a otra, no. Es actuar por parejo, sin distinción, sin ningún acuerdo en lo oscurito, al mismo tiempo respetando derechos humanos, sin masacres, sin tortura.

“Estaba yo viendo, porque nuestros adversarios los conservadores pues ahora se adhieren a cualquier causa para cuestionarnos, se volvieron feministas en su momento, luego buscan que nos vaya mal en el manejo de la pandemia, hasta adelantaron la muerte de personas que afortunadamente están vivas”. Hasta aquí parte de la homilía que asume todo ha cambiado.

Y mire usted, no es invento esto de la homilía, cuando el propio licenciado lo declara, margen aparte de volver a cuestionar a periodistas y medios que no simpatizan o discrepan de él. Sus enemigos, vamos, porque eso de contrincantes tiene tufo a eufemismo mal dicho. Leamos lo dicho por el señorpresidente:

“Eso de que no va a temblar la mano y el ojo por ojo, diente por diente, la ley del talión, pues no. Eso está en el Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento ya es otra la doctrina, me adhiero a lo que está en el Nuevo Testamento. No coincido con la ley del talión. Si a esas vamos, pues nos vamos a quedar tuertos o chimuelos. No es eso.

“Tenemos que convencer, tenemos que persuadir. La paz, la tranquilidad, son frutos de la justicia. La violencia no se puede enfrentar con la violencia, no se apaga el fuego con el fuego, no se puede enfrentar el mal con el mal, al mal hay que enfrentarlo haciendo el bien. Entonces, no vamos a variar en eso”.

¿Entonces negociar la justicia? Bueno, he aquí la confesión de quien incurre en esa negociación con un delincuente de cuello blanco recién llegado a México en calidad de testigo protegido, el ya famoso Niño Cantor de Pemex, y disculpe el exceso verbal.

--¿Valdrá la pena, entonces, los privilegios que tendrá a cambio la información que va a ofrecer, y si por fin supieron…?—preguntó una reportera a López Obrador.

--Vale la pena todo lo que va a decir (Emilio Lozoya Austin) –respondió el señorpresidente. Es de mucha utilidad pública porque ayuda a purificar la vida pública, a limpiar de corrupción a México, a desterrar la corrupción, que no es pandemia, es peste, es el principal problema del país.

Va a ayudar muchísimo porque no es tener en la cárcel a una, dos, a tres a cinco, a 10, a 20, a mil personas, no sólo eso, es que no se repitan esos hechos vergonzosos, y que se acabe con la idea errónea de que sólo vale el que tiene y que hay que triunfar a toda costa sin escrúpulos morales de ninguna índole.

Y ya lo he dicho, nada de que la moral es un árbol que da moras, nada de que político pobre, pobre político; nada de que el que no transa, no avanza. Vamos al carajo con todo eso. Ya a limpiar al gobierno y a limpiar al país para tener una sociedad mejor, ya dejar de aplaudirle a quienes se burlan del pueblo, traicionan al pueblo, eso es muy importante.

Bien, ¿qué le parece el nuevo justiciero? No, no es igual que sus antecesores, pero todos los días hace hasta lo imposible para superarlos. Más de lo mismo. Conste.

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@msanchezlimon