En Michoacán hemos sido testigos de la crisis de ingobernabilidad que ha vivido en los últimos años con la aparición de la FAMILIA MICHOACANA y posteriormente con los CABALLEROS TEMPLARIOS, la descomposición del tejido social y la inseguridad, tuvieron como consecuencia la renuncia del ex gobernador FAUSTO VALLEJO FIGUEROA y
el nombramiento de ALFREDO CASTILLO CERVANTES como Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral en enero de 2014, con todo el contexto de la detención del gobernador interino JESUS REYNA, y el gobernador SALVADOR JARA, quien concluirá el tan difícil periodo de gobierno.
Para los comicios del próximo 7 de junio los aspirantes de las tres principales fuerzas políticas LUISA MARÍA CALDERÓN HINOJOSA, del PAN, JOSÉ ASCENCIÓN ORIHUELA BÁRCENAS, del PRI y SILVANO AUREOLES CONEJO, del PRD, manifestaron que para el equilibrio y el respeto por las instituciones democráticas del país, la salida del Comisionado era inminente, MIGUEL OSORIO CHONG, secretario de Gobernación argumentó que la salida de Castillo obedece al proceso electoral que está en puerta donde se elegirán gobernador, 113 alcaldes y renovación del Congreso local, asumiendo como mando de seguridad en el Estado al Gen. PEDRO FELIPE GURROLA RAMÍREZ.
El desempeño que tuvo el Comisionado para la Seguridad en Michoacán genera puntos de vista encontrados en ese estado. 44% de los michoacanos opina que su actuación fue regular y 36% cree que fue mala o muy mala,” solo la historia lo absolverá” como el mismo CASTILLO lo dijo sobre su actuación en Michoacán. Pero me parece que cumplió con el objetivo de generar las condiciones de gobernabilidad y meter al orden las llamadas AUTODEFENSAS.
El proceso electoral debe ser ejemplo de legalidad y transparencia, el Gobierno debe garantizar la estabilidad de la población, debiendo demostrar que el Estado de Derecho sigue vigente en una entidad con altos índices de violencia, la descomposición del tejido social es un tema delicado, por ello es esencial la participación de la población, con ello ante los nuevos retos como gobierno y sociedad, estaremos mejor preparados.
En las democracias modernas se requiere “pensar global, actuar local” en esa percepción como modelo de nación tendremos un futuro con esperanza, los cimientos institucionales ya están colocados, por ello las distintas fuerzas políticas deben concentrar esfuerzos para la solución de los grandes problemas nacionales en un marco de respeto y legalidad no cayendo en excesos populistas que en nada benefician al desarrollo social, político y económico del país.