La economía nacional continúa soportando los embates de las tendencias mundiales y avanza a paso constante y firme hacia una consolidación real, misma, que al término de la presente administración le habrá otorgado identidad, y de seguir con el rumbo que actualmente ha tomado, le identificará también como una gestión sana y preocupada por este rubro tan trascendental, que se proyecta a cada ámbito y a cada actividad que absolutamente todo mexicano realiza.
Sin duda alguna, el fenómeno de la inflación entendido como el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en un determinado país, es un oscuro referente en todas las economías modernas, mismo que se ancla al sistema económico en turno y de a poco le azota y le subyuga.
México no es excepción al mismo, sin embargo, es posible afirmar que se le está combatiendo de manera eficaz y que al día de hoy, la inflación en definitiva ha menguado, teniendo un descenso en nuestra nación que lo coloca como el segundo de mayor trascendencia en toda su historia y también como uno de los más importantes en casi 10 años, registrando un 2.93 por ciento a tasa anual para la segunda quincena de Mayo, cifra record, que comparada con las inflaciones de finales de la década de los 80’s (mismas que llegaron a alcanzar hasta un 179 por ciento), resulta un logro por demás destacable.
Este resultado, viene a robustecer la cadena de eventos que desde el año 2012 han comenzado a consolidar a nuestro país como una nación sólida en sus finanzas y un destino ideal para invertir en razón de su estabilidad; una inflación en el margen que hoy se presenta, se refleja directamente en el poder adquisitivo de una población, a través del otorgamiento de valor real al salario de sus habitantes. Esto quiere decir, que a este día el dinero que el trabajador promedio mexicano percibe le alcanza para adquirir más enceres, satisfaciendo mejor sus necesidades.
Es posible afirmar que estamos frente a los primeros efectos positivos de las reformas estructurales surgidas del pacto por México signado en 2012 y aprobadas el año pasado; respetamos las opiniones que ven en esta disminución de la tasa de inflación, el efecto directo de la caída de algunos precios de insumos básicos principalmente por la época del año, siendo el más notable de ellos el referente a las tarifas de luz eléctrica mismas que bajaron un 23% (también como efecto de las reformas aludidas).
De manera personal, me inclino a mirar y a resaltar los resultados que en materia económica y laboral se tienen a este día en el país, máxime si se comparan con otras naciones emergentes o de Centro y Sudamérica, baste verse que para marzo de este año el empleo se tuvo un repunte en empleo del 4.5% respecto al mismo mes del año inmediato anterior, que los salarios aumentaron 1.2% en comparación a 2014, y que tan solo en el Estado de México se generaron más de 36 mil nuevos empleos para el primer cuatrimestre de 2015. Números que sin lugar a dudas indican que México ha comenzado a caminar sobre el sendero correcto en cuanto a Economía se refiere, no por ello el Gobierno en turno se debe de relajar aunque sea un solo instante, un mercado global es demandante y cambia día con día, sin embargo, los instrumentos que se han implementado hasta este día, han dado como frutos correctos resultados.