Probablemente después del tema de seguridad, la economía representa el foco de atención obligada en toda sociedad, a fin de cuentas se traduce en la abundancia u opuestamente, en la carencia de su población, actualmente, en
el caso mexicano, podemos hallar toda una constelación de opiniones al respecto, todas ellas con sus propios matices y tendencias; sin embargo, ¿Cuáles y cuantas de ellas tienen un verdadero sustento? La presente, en sentido estricto, se basa en dos sucesos o instrumentos de reciente aparición, mismos que dan testimonio del estado actual (radiografía) y del futuro a mediano plazo de la economía Nacional.
En relación a lo primero, me refiero al foro: “Impulsando a México. El futuro después de las reformas” organizado por el Grupo Financiero Interacciones y realizado el pasado 16 de Octubre, en el cual se dieron cita Gobernadores de los Estados de México, Jalisco y Michoacán, el Gobernador del Banco Central Agustín Carstens, el Secretario General del OCDE José Ángel Gurria, entre otros, allí se reconoció efectivamente a la serie de factores que han impedido el crecimiento esperado en la economía nacional, como la lenta recuperación de los E.E.U.U., la caída internacional de los precios del petróleo (factores exógenos) o la corrupción, inseguridad y narcotráfico (factores endógenos), pese a ello, las 11 reformas estructurales que en años pasados fueron aprobadas, han comenzado a realizar su labor, y hoy México alcanza los niveles de inflación más bajos de su historia, la inversión directa extrajera es en los últimos tres años 38 por ciento mayor a la alcanzada en todo el sexenio anterior, crecemos a más del 2%, tenemos 30 millones de visitantes en el sector turístico y somos cuarto exportador mundial de automóviles, por citar algunos ejemplos.
Ahora bien, ¿Qué nos depara el futuro en la materia económica? ¿Cuáles son las directrices que se ha plateado México para asegurar y permanecer en este ritmo? Además de hacer un recorte al gasto gubernamental, replantear el presupuesto a través de la base cero y no incrementar impuestos, México se adhiere a otro tratado comercial, el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en Ingles), mismo que por más de cinco años se estuvo planeando con total sigilo y que tiene como meta conformar bloque económico más grande hasta ahora conocido, instalando una zona de libre comercio que quedaría integrada por doce países (Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Perú, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam) que representan cerca del 40% del producto interno bruto mundial y 25 % del comercio internacional y 793 millones de consumidores, estimando que como primer efecto a 5 años después de su firma, las exportaciones nacionales aumenten 150 mil millones de dólares. Sin embargo, aunque en definitiva este acuerdo se traduce en reducción de aranceles, se debe tener en cuenta que el mismo puede tener repercusiones en el acceso medicamentos de corte genérico y limitantes a la propiedad intelectual, sin dejar de pasar por alto que el mismo es un instrumento ideado por Estados Unidos para competir y frenar el crecimiento de China.
En resumen y derivado de los dos basamentos que hemos enunciado, podemos finalizar señalando que la economía mexicana de manera interna, ha venido desarrollándose de manera beneficiosa para su población, baste repasar los indicadores que hemos referido y además de ello, México afianza su postura a través de su adhesión a instrumentos internacionales como el tratado descrito, mismo que le asegura un plus en sus números.