"No estamos derrotados y a pesar del albazo legislativo, habremos de aplicar como instrucción nuestro plan alternativo de educación en las aulas, aunque ello implique trasgredir la ley y la constitución". Ruben Núñez. Líder de la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca.
La acción educadora representa en todo sistema social, una obligación del Gobierno en turno y a mediano y largo plazo se traduce en bienestar y crecimiento, es en pocas palabras, el mejor legado que un Estado puede otorgar a sus habitantes; en el caso mexicano, la presente administración se ha mostrado atenta en mejorar ese ámbito, a tal efecto, implementó la Reforma Educativa.
La misma fue anunciada desde el primer mensaje que el Presidente Peña Nieto dirigió a la nación, esto fue el 1º de Diciembre de 2012, sin embargo, para el día de su promulgación, el 25 de Febrero de 2013, ya se conocía quien sería su principal detractor, me refiero a la organización disidente llamada Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la cual desde ese primer momento, se haría presente fiel a su costumbre, con plantones y movilizaciones. Y su justificación sería: la vulneración a los derechos laborales de los profesores, nacida de una reforma que no tomó opinión a todos los sectores que conforman el espectro educativo en México.
Fue en ese preciso momento, cuando comenzó una serie de sucesos que enfrentarían a Gobierno y CNTE y que más aún, evidenciarían poco a poco los intereses particulares que esta organización tiene por sobre la lucha que han instaurado; primero, serían los plantones en la Ciudad de México, luego y conforme avanzaban las evaluaciones a maestros, la coordinadora se replegaría a los estados de Michoacán, Guerrero y Oaxaca (Entidad que se convirtió en su bastión y ultima fortaleza) y aunque por propia voluntad los profesores acudían a evaluarse, la organización obstaculizaba una y otra vez las pruebas. Para mediados del año pasado, se hablaba de un boicot a los comicios electorales, mismo que no prosperó, después de ello, como respuesta del aparato gubernamental, vino la disolución del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y con ello la merma en los fondos de la CNTE, cuestión que les haría retroceder aun más hacia la capital Oaxaqueña y evitar a toda costa la aprobación en el Congreso Local de la Reforma Educativa, para ese entonces, eran ya tres años de resistencia.
Podríamos decir que en este abril, la coordinadora ha sufrido una derrota más, de ahí la frase con la que comienza este posicionamiento, sin embargo, es preferible enunciar que la educación en Oaxaca a resultado victoriosa, pues su Congreso en sesión extraordinaria realizada el pasado 9 de Abril minutos antes de la media noche, ha armonizado su Ley Estatal de Educación, con la Reforma Educativa Federal, esto a días de cumplirse el plazo otorgado por la SCJN otorgado para tal efecto.
Ello, lejos de afectar intereses particulares como lo son los de la organización en comento, vendrá a beneficiar a miles de estudiantes, es decir, a niños que se forman día a día y que a través de este instrumento, verán mejorías tanto en los docentes que están al frente de su educación, como en sus condiciones generales dentro de sus planteles. En ese entendido, la educación en el Estado de Oaxaca, avanza.