Nacido el 23 de noviembre de 1962, oriundo de Caracas, NICOLÁS MADURO MOROS desempeñaba un trabajo como chofer de metro en ésta Ciudad, a través de este
oficio, es como comenzó su incursión a la política, ya que fue fundador y dirigente del Sindicato de dicho sistema de transporte, y cuyo principal objetivo era abatir las injusticias y explotación de las que él mismo había sido víctima.
MADURO, fue militante del Movimiento Bolivariano Revolucionario, fundado por el entonces Presidente HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS en 1982; diez años más tarde, MADURO fue uno de los principales activistas que pugnaban por la libertad del Comandante CHÁVEZ, quien había sido recluido por su participación en la insurrección militar de 1992.
Posteriormente, MADURO funda la Fuerza Bolivariana de Trabajadores, donde fue Coordinador Nacional y después en apoyo a CHÁVEZ crearon el Movimiento V República, el cual buscaba la democracia participativa y el indigenismo.
Sin embargo, la carrera política de MADURO, comenzó su ascenso en el período 2000-2002, donde fungió como Coordinador del Equipo Parlamentario del Bloque del Cambio en la Asamblea Nacional y buscó ser Diputado, donde pudo ser Jefe de la Fracción del Movimiento V República.
Ya en el año 2012 fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo del Presidente CHÁVEZ, siendo la última persona que ocupó este cargo y el 8 de marzo de 2013, lo nombran por mandato Constitucional, Presidente Encargado de la República Bolivariana de Venezuela, derivado de la muerte de CHÁVEZ.
Es sabido por el mundo entero que, Venezuela se encuentra en una gran crisis económica y social; el otrora Presidente CHÁVEZ, al asumir su mandato, prometió el socialismo del siglo XXI, para cerrar la brecha entre pobres y ricos para lo cual adoptó un modelo asistencialista en cuanto a vivienda, pensión para adultos mayores y salud, el cual, (como es sabido suele pasar en este tipo de acciones), fue posteriormente imposible de mantener y se tuvo que auxiliar de la renta petrolera, lo cual ocasionó que el Estado se quedara sin fondos.
En enero de 2016, el Presidente MADURO declara un estado de emergencia económica por 60 días; la caída del precio del petróleo, la devaluación del bolívar (moneda venezolana), la crisis política y alimentaria, eran difíciles de ocultar a nivel mundial y los problemas se fueron agudizando.
No obstante, los políticos venezolanos han responsabilizado a Estados Unidos como uno de los principales responsables de la crisis argumentando el financiamiento a la oposición.
Recientemente el mandatario venezolano asumió la responsabilidad de la situación de crisis económica, social y política, argumentando el fracaso de los modelos productivos utilizados.
Las reacciones de los políticos internacionales, no se hacen esperar y es como el Presidente saliente de Colombia, JUAN MANUEL SANTOS, declaró ver cerca que “un país con la inflación que tiene Venezuela; se tiene que desmoronar” y que “lo mejor que podría pasarles a Venezuela y a Colombia, que comparten una frontera de 2.200 Kilómetros¸ es que MADURO caiga, ojalá de forma pacífica”.
Como es sabido, el pasado sábado, con motivo del aniversario de la Fundación de la Guardia Nacional Bolivariana, se celebraba una parada militar; durante el evento, ante el asombro de todos los asistentes, de escucha una fuerte detonación que obliga al Presidente a cancelar su discurso e inmediatamente es cubierto por guardaespaldas, y se percibe otra detonación pero más lejana; ante la confusión y una hora después aproximadamente, la versión oficial anuncia que MADURO ha salido ileso de un atentado con drones cargados con explosivo C4 y posteriormente el propio Presidente venezolano declaró que habían sido capturados parte de los autores materiales del atentado en su contra y estaban siendo procesados.
En este sentido, el Presidente MADURO culpó al Presidente SANTOS de estar detrás del intento de magnicidio; “la saña asesina de la oligarquía colombiana, y estoy seguro aparecerán todas las pruebas, pero los primeros elementos de investigación apuntan a Bogotá”, señaló.
Sin embargo, el Presidente JUAN MANUEL SANTOS, no dudó en declarar ante tal acusación, la cual calificó como insólita, señalando que “tenía cosas mucho más importantes que hacer durante el fin de semana, que planear un supuesto atentado contra su vecino"
Si bien la reacción inmediata del Presidente SANTOS es aceptable, también lo es que más de uno quisiera derrocar el régimen venezolano para salvaguardar la estabilidad en aquél país. El posicionamiento de México frente al Gobierno de Nicolás Maduro en la actual administración de Enrique Peña Nieto, ha sido de rechazo a las políticas antidemocráticas, rechazó a la represión y permanente atención ante la posibilidad de que el Poder Legislativo sea disuelto y se inicie una dictadura formal, porque en lo hechos eso parece ser.