CONTRA CARA MADURO Y COLOMBIA

Lo blanco y lo negro
Nicolas Maduro ha capeado intentos de rebelión, meses de enormes protestas callejeras, el aislamiento de sus países vecinos, amenazas de intervenciones
militares del presidente Trump, una caída en las ganancias del petróleo, desacuerdos dentro de su propio partido, un éxodo masivo de su pueblo y una elección en mayo, que en general ha sido calificado como amañada y ha extendido su periodo hasta 2025.
El “Stalin del Caribe” ,tras el presunto ataque en su contra gestado hace unos días con drones en pleno discurso, acuso  a Juan Manuel Santos, el entonces  Presidente de Colombia de estar detrás del supuesto atentado, en medio  de un contexto con una crisis económica y social donde buena parte de los venezolanos no creen dicha versión “oficial” y a varias partes les puede interesar que se hable de un atentado como tal ante las declaraciones del dictador :"Los cuerpos de seguridad han capturado a todos los autores materiales y vamos sobre los autores intelectuales. Hay pruebas suficientes de la participación del gobierno de Colombia".
Ante estos sucesos el hasta hace unos días presidente de Colombia, Juan Manuel Santos,  primer nobel de la paz colombiano, termina su mandato eclipsado por el sino trágico de los héroes shakesperianos: acabará arrasado por las fuerzas que él mismos desató. Acabó con una guerra contra el terrorismo en su país de casi sesenta años que dejó más de 260.000 muertos, empero sale del poder con el escarnio de ser un presidente impopular, que  se va abatido por las derrotas, pero que deja un país nuevo, más abierto e inclusivo bajo el ideal de que “es más difícil hacer la paz que hacer la guerra”. Además de que tiene cosas más interesantes que hacer de como lo fue la entrega al nuevo  Presidente colombiano, Iván Duque,  que ofender a Maduro.
Cabe señalar que con Nicolás Maduro al frente del Ejecutivo en Venezuela desde el año  2013, ha señalado  más de 20 veces de intentos de asesinato contra su persona. Solo en su primer año de Gobierno habló 11 veces del tema, en donde siempre se ha dicho que se han desmontado conspiraciones que se estaban organizando, detenciones. Pero nunca algo como lo que ocurrió el sábado 4 de agosto transmitiéndose en cadena nacional y acusando a un homónimo vecino de intento de asesinato, justificado en el declive de su gobierno, que  declaraba Santos en su contra por la gravedad de la crisis económica, en donde Venezuela tiene una inflación que se proyecta en 1.000.000% para 2018.
Entre un mar de dudas y especulaciones Venezuela y Colombia en contra cara  se encaminan según analistas locales en algo similar a una “guerra fría”, a una ruptura de relaciones tras denuncias del presidente venezolano, una ruptura de relaciones, que  podría agravar la situación si el gobierno de Maduro decide cerrar por completo la frontera, en donde impide el tránsito vehicular desde del año 2015, poniendo a su gente en una crisis humanitaria debido a la crisis económica e inseguridad, en la que el vecino (Colombia)  ha recibido una oleada migratoria en los últimos 16 meses  sin precedentes, ya que  más de un millón de venezolanos han ingresado a ese país  y la mayoría de ellos pretende quedarse como refugiados.
Los señalamientos y el ambiente de alta desconfianza de una Venezuela que estaba inmersa en una espiral de violencia política impropia de la modernidad. Ahora, cuando se ve un hecho de este tipo, de comprobarse que es un atentado, Venezuela probablemente estaría volviendo a la violencia para dirimir los conflictos políticos, ante una inminente intercesión del gobierno de Donald Trump en alianza con Colombia y la nueva era de Duque que hereda de Santos una promesa de paz y asfixio diplomático ante Maduro.
En el caso de nuestro México frente al Gobierno de Nicolás Maduro en la actual administración de Enrique Peña Nieto, ha sido de rechazo a las políticas antidemocráticas, rechazó a la represión y permanente atención ante la posibilidad de que el Poder Legislativo sea disuelto y se inicie una dictadura formal, porque en los hechos eso parece ser.