Previo a la expropiación petrolera en marzo de 1938, un grupo de empresas encabezadas por Ingleses y Norteamericanos realizaban dicha actividad
sumamente lucrativa; después del Decreto expedido por el Presidente Lázaro Cárdenas del Rio, 17 de estas sufrieron afectación en sus intereses y toda esa infraestructura paso a manos de Petróleos Mexicanos quien tuvo el monopolio de la exploración, explotación y distribución del petróleo y sus derivados, que van desde aceites, gasolina, turbosina, etc. hasta el 2015.
Como sabemos, durante décadas este fue el principal ingreso no fiscal de nuestro país , y con el surgimiento de la OPEP, Organización de Países Petroleros, a la cual México no pertenece, se comenzaron regular los precios de los hidrocarburos, por lo que los costos, si bien lo establece el mercado internacional, también lo es que la OPEP lleva mano.
Desde el sexenio del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León,( 1994-2000) se le metió cirugía mayor a su estructura administrativa de la Empresa y para hacerla más eficiente, se le quitaron a PEMEX áreas como exploración y se pretendió disminuir su carga fiscal, para que pudiera reinvertir sus ganas en modernización de su infraestructura, hasta entonces empresa PARA ESTATAL, donde el gobierno, tiene la mayoría del capital invertido y los directivos son designados por el Poder Ejecutivo
Prácticamente doce años después, en la admiración del Presidente Enrique Peña Nieto se impulsa la reforma energética, donde PEMEX se trasforma en un Empresa Productiva del Estado, y desaparece el monopolio de los hidrocarburos e inicia la libre competencia y los “contratos de asociación” en materia de exploración con PEMEX, lo que ha permitido a la empresa que tiene una deuda de más de dos billones de pesos( dos millones de millones) re oxigenarse y continuar con sus objetivos, esta quizá la más ambiciosa del Gobierno del Presidente PEÑA NIETO, junto con la educativa.
No obstante, sabemos que los resultados de dicho planteamiento serán palpables en el mediano y largo plazo, sin embargo comentarios del Gobierno Federal entrante en el sentido que no se va a vender más petróleo, ni se licitaran más contratos de asociación, han dado malas señalas a la calificadoras mundiales entre ellas FITCH (la agencia calificadora de riesgos), quien aumento los riegos de inversión en PEMEX, y puso nervioso a los inversionistas en dólares.
Seguro estoy que la prudencia del equipo del Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, analizaran con objetivad y pondrán en una balanza, lo más conveniente para el país que se verán reflejados en la economía de los mexicanos, durante su administración.