Fue en diciembre de 2019 que se diera a conocer que la economía de México tuvo un mal desempeño al cerrar, por primera vez en una década, con una contracción de 0.1%, y en
2020 cayera 8.2% de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Pero esta semana de acuerdo a declaraciones emitidas dentro del informe desde Washington por la consejera económica y directora de Investigación Económica en el FMI, Gita Gopinath, señaló que en este año nuestro país, está presentando una recuperación en dos vertientes, una impulsada por las exportaciones y la otra por una demanda interna moderada. Por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su pronóstico de crecimiento positivo al 5%; pero matizó que el impulso será insostenible para el próximo lustro.
El crecimiento de la economía del país se calcula a través del PIB (Producto Interno Bruto) que incluye la producción total de bienes y servicios, y aunque su cálculo es bastante complejo, ya que lo producido por el país como son alimentos, artículos, tecnología, productos perecederos y no perecederos, así como los servicios que brindan los profesionistas como son dentistas, abogados. contadores, arquitectos ingenieros, profesores, empresas, entre otros, se deben sumar. Sin embargo, hay datos que no se incluyen en los bienes y servicios porque no se pueden contabilizar, ni conocer, hablando de bienes de autoconsumo. Dando así primero un porcentaje primero trimestral y después anual.
De acuerdo a lo anterior abordaré algunos datos históricos del crecimiento, o el PIB, en México comenzando desde los sexenios de los Presidentes Lázaro Cárdenas del Río, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán, la economía creció en el 30%, el 43% y 40% respectivamente, hablando de un 178% es decir un promedio de 5.46%.
En los 18 años de los tres sexenios posteriores encabezados por los Presidentes Adolfo Ruíz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, de 1958 a 1970, se le conoce como Desarrollo Estabilizador o bien Milagro Mexicano, fue que la economía creció en un 201% es decir que el PIB absoluto se triplicó, con una media geométrica anual del 6.32%.
Pasando a los sexenios de los Presidentes Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado, en estos 18 años el desorden en el gasto y las inversiones, así como el deterioro del control de la inflación hizo que el crecimiento económico se redujera casi a la mitad en un 110%, siendo del 4.21% el PIB, provocando especialmente en el sexenio de Miguel de la Madrid una caída del poder adquisitivo del salario en un 49%.