Históricamente el Estado de México, por su ubicación, y conformar la llamada zona metropolitana, se ha vuelto un albergue de connacionales provenientes
de las demás entidades federativas, que a pesar de planearse como temporal su estancia, debido a la competitividad, oportunidad de empleo y salarios mejor remunerados, los visitantes pasan a ser residentes.
Es así, que de acuerdo con el último censo de población hecho por el INEGI, México es al décimo primer país mayormente poblado con 126,014,024 y el Estado de México su Entidad más poblada con 16,992,418; sin embargo las últimas estadísticas muestran a la baja el índice poblacional, tan solo en nuestra entidad disminuyo en 1.1 millones, según el INEGI, posicionándolo como la única entidad en la cual ha bajado.
Dichos datos parecen alentadores, más aún en un panorama pandémico y donde la crisis económica ha hecho que las políticas de austeridad implementadas se endurezcan aún más, y la erogación de recursos se enfoque en el sistema de salud y la vacunación de la población como temas prioritarios. Debiéndose tomar en cuenta dos grandes factores,
1: todo presupuesto es directamente proporcional a población, a su vez directamente relacionado con su territorio, y 2: la veracidad del censo, cuyo levantamiento fue atravesado por una crisis sanitaria, que trajo confinamiento e distanciamiento social.
No se pone en duda la confiabilidad del INEGI, no obstante el contexto actual significó un gran reto, pues aun cuando se implementaron diversas alternativas, como el uso de las tecnologías, el margen de error se máximo; corroborándolo así su homologo local el IGESEM, con mayor conocimiento del territorio y quien mencionó que de 150 casa informadas por el INEGI, en realidad se ubican 213, lo que llevado a gran escala mostraría un margen de error de hasta el 30%, lo cual incide directamente en el presupuesto otorgado a la Entidad, pues con estos resultados, el Estado de México tendría una reducción presupuestal anual de 4,300 millones.
En ese contexto el Gobierno de la Entidad ha administrado los recursos de la mejor manera, sin embargo, gastos extraordinarios derivados de la pandemia por COVID-19, han llevado a incrementar la austeridad, enfocándola a los gastos de operatividad administrativa, logrando un ahorro hasta la actualidad hasta 10 mil millones de pesos.
Por otra parte, para el paquete fiscal estatal 2022, se están presupuestando aumentos de más de 5 mil millones de pesos al sector salud, del 10% al sector educativo y 10% al combate a la pobreza (dentro del programa salario rosa), por lo que respecta a ingresos se plantea fortalecer los mecanismos de recaudación, incentivando a los empleadores de adultos mayores, discapacitados, jóvenes egresados de las universidades y personas de los pueblos originarios.
Por último, lo anterior únicamente será posible en el caso que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resuelva a favor de la controversia constitucional por la que se solicita el reconocimiento de por lo menos 1.1 millones de habitantes, que debido a las complicaciones del censo, no fue posible contabilizar, lo que permitiría la aprobación solicitada del presupuesto para el 2022, y así seguir trabajando en favor de la sociedad, con un presupuesto ya de por si justo, pero sin reducciones.