La inflación en México en pleno 2022 está en 8%, colocándose como la más alta en 22 años.
Los efectos inmediatos de la inflación ya se pueden ver, como el alza de precios en los productos más consumidos; sin embargo, también tiene repercusiones para el futuro, por ejemplo, en los ahorros para el retiro.
Si bien al requerir más dinero para adquirir los productos y servicios que necesitas, disminuye tu capacidad de ahorro. Pero la inflación también influye en el rendimiento de la Afore.
Para contextualizar el tema de la Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) según el artículo 18 de su Ley dice que las AFORE: “Son entidades financieras constituidas como sociedades mercantiles que se dedican de manera exclusiva, habitual y profesional a administrar las cuentas individuales y canalizar los recursos de las subcuentas que las integran en términos de las leyes de seguridad social, así como administrar sociedades de inversión”.
Su objetivo primordial es el de garantizar que el patrimonio del trabajador no pierda su poder adquisitivo para cuando en su vejez lo tenga que utilizar. En la practica los recursos que depositas en tu Afore se administran e invierten en sus Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefore), las cuales con los recursos de sus ahorradores adquieren acciones, títulos y bonos de deuda en el mercado financiero dependiendo de Prospecto de Inversión y el perfil de sus ahorradores.
Ante la inflación, las misma registran menores rendimientos. Debido al aumento de las tasas de interés ya que esta acción reduce el valor de los activos en los que tienen invertidos las administradoras.
La Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar) reportó que al cierre del tercer trimestre del 2022 las administradoras de fondos para el retiro (afores) manejan poco más de 4.9 billones de pesos, esto significó una contracción anual de 10% en términos reales.
De acuerdo con el periódico “El Economista”, durante este año los recursos administrados por las AFORES han sido impactados por periodos de alta volatilidad provenientes de tres principales acontecimientos: las tensiones geopolíticas, la expectativa de desaceleración económica por el conflicto bélico y el aumento en las tasas de interés de los bancos centrales.
Cabe destacar que, tanto las pérdidas de las utilidades como el proceso inflacionario de México comenzaron en 2021, el año de reactivación económica post COVID-19, esto porque en 2020, las utilidades de las Afores llegaron a los 8 mil 871 millones de pesos y la inflación se localizaba en un 3.33 por ciento.
Finalmente, es probable que los riesgos aumenten y mientras los recursos de las AFORES continúen invertidos en instrumentos de renta variable la probabilidad de que los rendimientos se vean mermados al cierre de año es mayor. Así mismo como ya ha sucedido en el pasado, una vez que las condiciones se estabilicen en los mercados financieros, el ahorro a largo plazo continúa siendo una opción y los rendimientos seguramente continuarán creciendo.
Eduardo Blanco