México importó maíz entre los meses de enero a noviembre de 2023 18.2 millones de toneladas, lo que representa el
16.9 por ciento más que en año anterior; representando un costo de más de 5 mil 366 millones de dólares o 7.6 por ciento más, de acuerdo con datos proporcionados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Y aunque aún falta contabilizar el mes de diciembre se espera que el año haya cerrado hasta en 19.5 millones de toneladas de maíz importado; y el director del GCMA, Juan Carlos Anaya manifestó que se prevé que para este año de 2024 que se llegue a importar de 21 a 22 millones de toneladas.
Actualmente Estados Unidos solicitó un panel de resolución de controversias con México, sobre las importaciones del maíz transgénico, y no se da acceso al mercado mexicano, el uso de maíz biotecnológico en tortillas o masa, pero esperan que sea a mediados del próximo mes de marzo que pueda resolverse, este conflicto.
Pero habría que señalar que, si México pierde el panel, hay dos posibles escenarios: que el Gobierno elimine ese Decreto o que Estados Unidos apliquen aranceles por daños.
Nuestro país mantiene medidas precautorias que impiden otorgar los permisos para que se siembre comercialmente el maíz transgénico, y existe un debate en el que científicos han estudiado los organismos genéticamente modificados (OGM) por décadas y han señalado que solo es una campaña de “satanización” ya que no se ha demostrado que sean más contaminantes, ni nocivos para los seres humanos.
Mientras que Omar Arellano-Aguilar, experto en Ecología y Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha dicho que existen 70 tipos nativos de maíz, producto de miles de años de selección llevada a cabo por diferentes grupos étnicos y “constituyen una riqueza genética enorme para el patrimonio alimentario y la soberanía de un país que no tiene que depender de productores o semillas extranjeras y que es algo que no entenderán quienes defienden el maíz transgénico.
También ha hablado que el maíz transgénico depende del glifosato, que tiene efectos devastadores por ese herbicida, calificándolo de probable carcinógeno y su exposición con retrasos en el desarrollo, enfermedades intestinales, daños en hígado y riñones.
Fue así como el año pasado en el mes de febrero con el objeto de disminuir los conflictos por la importación del maíz transgénico, el Gobierno cambió su normativa en el marco del Tratado de Libre Comercio y se permitió la entrada del maíz transgénico amarillo a México, solo para consumo animal.
Cabe señalar que la importación del maíz ha aumentado principalmente por el sector pecuario; además, los estados de Sonora, Tamaulipas y Sinaloa han tenido una producción menor; y el tema de las sequías ha afectado la producción de maíz.
Pero debemos reconocer que mientras no crezca la producción nacional, en especial para el consumo humano y principalmente para el sector ganadero, se estima que la importación seguirá en aumento, y puede llegar hasta 46.3 millones de toneladas y por consecuencia el precio de la tortilla no bajará