Tuve el privilegio de haber estudiado en la UNAM, específicamente en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, en
donde fui electo por mis compañeros de doce licenciaturas para el periodo 1992- 1994, como Consejero Alumno, lo que permitió ver de cerca la actividad política, académica y estudiantil, ya antes con la sensibilidad del entonces Rector José Sarukán Kermes se había concretado en 1990, el Congreso Universitario Resolutivo, que tuvo como antecedente las movilizaciones estudiantiles de finales de los 80s, encabezadas por el Consejo Estudiantil Universitario ( CEU) del cual formo parte la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, mismo que concretó una serie de reformas en favor de todos los que entonces estábamos en clases y de todas las generaciones futuras que han egresado, pero cabe resaltar que el CEU tenía claros los objetivos y uno de ello siempre fue el Congreso Universitario.
Por azares de la vida, me tocó ser funcionario de la UNAM y vivir de cerca el paro de 10 meses que protagonizó en 1999 el Consejo General de Huelga ( CGH) quienes en su mejor momento llegaron a tener hasta 50 mil personas en las calles de la Ciudad de México, con una base social muy sólida entre docentes y administrativos, pero a diferencia del CEU, este movimiento se radicalizó y se perdió el propósito del mismo, y concluyó con el rescate de la instalaciones por el Gobierno Federal en enero del año 2000 y la detención de aproximadamente 250 personas en el auditorio Justo Sierra de Ciudad Universitaria.
Los dos movimientos estudiantiles, con justas demandas, pero con rumbos distintos, por ello, el momento que vive el Enjambre Estudiantil Universitario es decisivo, para el mismo y para la propia Universidad Autónoma del Estado de México, cuyas autoridades encabezadas por el Rector Isidro Rogel Fajardo y su equipo han mostrado voluntad política, prudencia y mucho respeto a los compañeros y compañeras paristas.
Es una gran muestra de madurez de la comunidad universitaria que todas la Unidades Académicas, incluidas las que están en paro de actividades, hayan acordado regresar a las “Clases en línea” y concluir la evaluación con lo que el semestre 2025 A no se perdió.
En ese sentido las mesas de diálogo, con la Comisión Especial del Consejo Universitario y del EEU debe ir más allá que lo que está ya ganado, como la derogación del artículo 43, los numerales del 100-104 sobre la democratización a través del voto directo del Rector d.e la Uaemex, victorias que son históricas para el movimiento estudiantil. Lleven a la mesa un Congreso Universitario Resolutivo, donde alumnos, administrativos, y docentes, con argumentos sólidos diseñemos la Universidad que queremos en los próximos años, la voluntad de las autoridades está a la vista, sumemos a todas las voces que hacen falta en una asamblea deliberativa que lleven a una nueva Ley Universitaria y un nuevo Estatuto de la UAEMEX y juntos hagamos trascender a la institución. Patricia, Ciencia y Trabajo.
Eduardo Blanco