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Agustín Vargas (*)
El medio ambiente y la mala calidad del aire en la Ciudad de México se han encargado de poner en ridículo a las autoridades de la capital del país, principalmente al doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la CDMX, pues las medidas instrumentadas en la gran urbe para, supuestamente, disminuir los niveles de contaminación, resultaron un verdadero fracaso, pues sacar de la circulación a más de 1.5 millones de vehículos no resultó nada efectivo para lograr tal objetivo.
Más bien, él solo se creyó que su reforzado Hoy No Circula, que entró en vigor el pasado 1 de julio, cuyo principal mecanismo para bajar los niveles de contaminación que generan los autos, sería la renovación de la tecnología de los verificentros. Pero le volvió a fallar el cálculo, lo mismo que el haber sacado de la circulación 1.5 millones de autos.
Pues resulta que al iniciar el Hoy No Circula reforzado en la mayoría de los 73 verificentros que operan en la Ciudad de México, hasta ese momento aquéllos no habían hecho nada para actualizarse, como había presumido el doctor Mancera.
Sólo cuatro de esos centros cumplían con la nueva norma, de ahí que el resto tuvo que cerrar, unos por clausura y otros para evitar sanciones por parte de la Semarnat, dependencia encargada de hacer cumplir con las disposiciones ambientales a nivel federal.
Por supuesto esta situación enojo a Mancera Espinosa porque el Gobierno Federal le tiró su mascarada, su mentira, su falacia, pues, sobre la supuesta orquestación del gobierno capitalino de obligar a los verificentros a cumplir en tiempo y forma con las nuevas disposiciones inventadas por la junta de notables de la Comisión Ambiental de la Megalópolis avaladas por Mancera.
El enojo del jefe de gobierno capitalino por la fisgonería de la Semarnat en los verificentros no sólo fue en privado. El pasado lunes en la presentación de los resultados en el combate al robo de vehículos, Mancera Espinosa trinó públicamente en contra del Gobierno Federal al solicitarle que cumpla con su parte en la instalación de arcos detectores de autos robados en los accesos carreteros.
Y en clara alusión a su enojo sobre la intromisión de Semarnat a los verificentros, irónicamente manifestó "Y una vez más le hacemos el llamado al Gobierno de la República - que luego se enojan y nos amenazan con que nos van a mandar a la Profepa, que la manden, que nos la manden, ahí vamos a estar pendientes de su llegada -..."
Evidentemente Mancera dejó en claro que la luna de miel entre el Gobierno de la Ciudad de México y el Gobierno de la República ha llegado a su fin, todo por culpa de las maldades del medio ambiente, la contaminación y de los cochupos en los verificentros, que desde siempre se ha sabido que son un negociazo para los gobiernos en turno en la capital del país.
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*Periodista. Director de la Revista Hábitat Mx