PERCEPCIONES / La verdad de los de a pie

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PERCEPCIONES

La verdad de los de a pie

Mucho se habla sobre los derechos de la mujer y en un simple vistazo, se puede creer que en materia legal se

encuentran debidamente protegidas, pero en el seno de las familias ellas siguen siendo víctimas; algunos maridos con mayor preparación y manejo, no únicamente recurren a la violencia física, preponderante entre las clases desposeídas,  utilizan una mezcla de temor físico, presión psicológica y  dependencia económica, creando una desestabilidad emocional parecida al síndrome de Estocolmo, o sea que la víctima crea fuertes lazos de dependencia con su raptor y verdugo.

Si a usted le cuentan que un junior, socio de los Laboratorios Chopo, se casó con una bella joven de clase media, a la cual sólo le permitía trabajar en dónde el determinaba y hasta que  él disponía, pidiéndole que ella preponderantemente se dedicara al hogar.

Si al paso de los años la esposa, cansada de la vida de fiesta que llevan, le pide asentarse y tener hijos y él, por respuesta, se la lleva a Canadá para, mientras ella estudia allá, el poder llevar acá vida de soltero. Cierto, él le enviaba dinero para su manutención, pero muy reducido para que ella no pudiera pagarse el traslado de regreso.

Si la soledad y esta prisión en “jaula de oro”, enfermaron a la muchacha, pero finalmente ella toma valor y con diversos apoyos logra regresar a la CDMX, pero al llegar al domicilio que había sido el hogar de su matrimonio, el esposo no le permite entrar, pues desobedeció su mandato de permanecer en Canadá.

Si después de esto ella se ve obligada a vivir unos  días con su mamá, pero un día, con la ayuda de un cerrajero entra de nuevo a su casa y él, aunque agresivo, le permite permanecer, pero le dice que se atenga a las consecuencias, ya que la familia Mosqueira Pérez es muy poderosa.

Si un día llegan de un juzgado y la sacan de su casa pues esta fue embargada, y se da cuenta que el litigio es entre el padre de Diego Mosqueira Pérez, su esposo y Celso Mosqueira Osuna, su suegro y una vez que su marido y ella son desalojados por la autoridad él le dice: “si alguna duda tienes del poder e influencia de mi familia con los jueces, espera un momento” y en eso aparece un empleado de otro juzgado y le entrega a ella una demanda de divorcio.

Si una vez cumplido el desalojo de la pareja, Diego regresa a su casa pues su papá, dueño de la casa lo demando por unas supuestas rentas no pagadas, pero ahora le permite entrar a él, creo que usted, amable lector, tendrá la percepción de que la justicia en México, opera a favor de los que más tienen.

La situación de esta mujer no es la excepción, éste es un modus operandi  usual entre clases medias y acomodadas. Son muchas las que son abusadas, mental, económica y físicamente, por maridos adinerados y, como en el caso de Diego Mosqueira, influyentes, que destrozan psíquica, moral y económicamente a mujeres que les aman y que, por lo mismo, son fáciles víctimas de ellos.

No sé si logremos algo, pero en este espacio y en otros en los que laboro, daré seguimiento a las relaciones de la familia Mosqueira Pérez, accionistas de los laboratorios del Chopo, para ver si en realidad los Jueces obedecen a sus caprichos y atentan contra la justicia