Retos del Constituyente: regulación de las marchas

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Columna REPORTE LEGISLATIVO

 

La Ciudad de México alberga a un aproximado de 8.9 millones de personas, es una de las metrópolis más grandes del mundo, la capital del país que concentra los tres Poderes de la Unión, esto la coloca en el foco político,

económico y social de México, por esto, muchas de los problemáticas de los estados son traídas aquí en forma de marchas y plantones.

Simplemente los primeros cuatro meses de este año la Secretaría de Seguridad Pública registró 218 manifestaciones, bastaría con preguntar a cualquier capitalino las afectaciones que traen, a la de por sí caótica, ciudad más grande del mundo: congestionamiento de tránsito, bloqueos y cierres de calles, saturación del sistema de transporte, con sus ya sabidas consecuencias y pérdida económica para diversos comercios.  

Prácticamente todos los  días, la capital es rehén de expresiones, que siendo legítimas vulneran otros derechos, como es el libre tránsito. Sin lugar a dudas todos tenemos derecho a manifestarnos y enunciar lo que consideremos pertinente, pero no debe causar un perjuicio a terceros y debemos hacerlo con orden, por ello, el aviso de 48 horas se justifica para dar margen a las autoridades competentes de actuar y seguir un protocolo.

El aval de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a los artículos 212, 213 y 214 de la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, en lo concerniente a la regulación de las marchas, marca un rumbo, es motivo de celebración que por primera vez se lleven al mismo grado jerárquico las garantías de libre manifestación y tránsito.

A pesar de los intentos de algunos grupos radicales por impugnar dichos artículos, la SCJN dejó muestra de una gran visión, al pugnar por una ley de avanzada que ofrece mejoras a la movilidad en la ciudad.

Estos avances servirán de precedente para la Asamblea Constituyente, y todos aquellos constituyentes que indicaron que no tocarían el tema de regular esta materia, les avisamos que hay una determinación de la Corte y tendrán que entrar a su estudio, que es de vital importancia para la vida de todos los capitalinos y para todas aquellas personas que a diario ingresan por razones de trabajo o de escuela, ese será uno de los retos.