Gobierno a la defensiva

SINGLADURA

El gobierno del presidente Enrique Peña se mantiene en una peligrosa acción a la defensiva de sus propios gobernados, que según todas las encuestas repudian mayoritariamente la gestión presidencial. Y digo que está a la defensiva porque no se entiende de otra forma que un funcionario llamado Luis Madrazo Lajous, jefe de la

Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), reaccione negando lo evidente en relación con la abrupta devaluación del peso ante el dólar estadunidense.

Hay que recordar que desde la llegada del presidente Peña al poder, diciembre de 2012, la depreciación del peso frente al dólar supera el 40 por ciento, lo que repercute necesariamente, aún lo niegue el gobierno, en los precios de bienes y servicios esenciales para la población.

El gobierno se ha empeñado en negar que el alza del dólar haya impactado los índices inflacionarios porque –asegura- no se ha trasladado a los precios de bienes y servicios, pero en el piso social de abajo, la cosa es diferente. Vaya usted y pregunte a un ama de casa, cualquiera con excepción de la señora que habita en Los Pinos, y pregunte si se mantienen los precios de los básicos que consume en casa.

Hay tarifas de servicios, por ejemplo, que han subido hasta un 25 por ciento. Así lo ponga en duda el señor Madrazo Lajous, quien insiste que el precio del dólar no refleja el estado de la economía, pues “es un precio más”.

Madrazo Lajous recién declaró que el tipo de cambio es flexible, vinculado a la oferta y la demanda, y destacó que habría que preocuparse si el precio del dólar se reflejara en la inflación, pero no es así, pues hoy se tiene una inflación en mínimos, y se ha desligado el tipo de cambio como un referente de la economía.

Si esto fuera cierto, por qué entonces se han disparado los precios de servicios como por ejemplo los de vigilancia, médicos, combustibles y alimentos, por mencionar algunos. Si, la inflación contada por Hacienda y el Banco de México es una, pero en la narrativa popular es otro, muy diferente, pero sobre todo real.

Poco favor se nos hace a los mexicanos que nos digan que el peso sufre junto con las de otros países, aun cuando digan que es menor el impacto en el caso mexicano. El reduccionismo  de estos “argumentos” es interesado, pero no real.

Imagine usted lo falso de los argumentos oficiales. El presupuesto del 2017 tiene un precio ponderado del peso de 18. 40 por dólar. La víspera, el tipo de cambio rebasó los 20 y aún faltan más de tres meses para terminar 2016. Agreguemos que se aproxima el periodo  anual seguramente más inflacionario por las derramas económicas, la voracidad del comercio y las estimaciones de lo que viene en 2017. Menos mal que el titular de Hacienda, José Antonio Meade, puso en duda que el peso llegue a los 30 por dólar. Es un alivio enorme, señor Meade. Nuestra moneda registraría un nuevo pescozón si es que se cumple como se teme el alza de las tasas de la FED.

 ro.cienfuegos@gmail,com