REPORTE LEGISLATIVO
Un promedio de cuatro personas mueren diariamente en accidentes provocados por vehículos de carga doblemente articulados, conocidos como doble eje o doble remolque, la bancada del PAN en la Cámara de Diputados ha manifestado que en lo que va del año se contabilizan 116 muertes por choques o volcaduras en los que se han
involucrado estos transportes.
México es el único país en el mundo que aún permite la circulación de los doble remolque por diversas calles y carreteras, exponiendo con ello la vida de sus ciudadanos. En Estados Unidos, por ejemplo, éstos sólo pueden circular por carreteras planas sin curvas; en Australia, hay lugares por los que sólo pasan vehículos pesados, en cambio, aquí debemos convivir prácticamente a cualquier hora del día con los fulles.
Hace algunos días, dos personas resultaron seriamente lesionadas cuando un tráiler de doble remolque impactó al menos a cuatro automóviles en la lateral de Circuito Interior, a la altura de San Cosme. Esto no es nuevo, continuamente escuchamos noticias, a lo largo y ancho del país, de accidentes en los que están involucrados estos monstruos rodantes.
Imperan una serie de irregularidades, como que los pesados camiones transportan el doble de la carga permitida, gracias al escaso control y vigilancia por parte de las autoridades para inspeccionar peso, dimensión y documentación. Así como, para revisar las habilidades y las competencias de los conductores para operar estos vehículos.
El asunto es grave, debido a su longitud y peso, los doblemente articulados requieren de una pericia especial en lo relativo al frenado. La distancia de frenado es el espacio que recorre el vehículo desde que accionamos el freno hasta su detención total, mientras que a un auto le toma un segundo realizar esta maniobra, a un camión de doble eje le lleva 7 segundos, si multiplicamos la velocidad, el peso y la densidad, tenemos una escena desastrosa frente a nosotros.
Además de accidentes, también ocasionan tránsito y caos vial pues circulan en horarios que se establecieron en 2005, por demás rebasados y obsoletos; generan contaminación, con sus ya sabidos daños a la salud; y desgaste prematuro en la superficie de rodamiento, que provoca vibraciones y hundimientos por su excesivo tonelaje, fracturando incluso la red hidráulica de nuestra ciudad.
Por todas estas razones se presentó ante el pleno de la ALDF una iniciativa para reformar el artículo 216 de la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, con el objetivo de prohibir la circulación de los vehículos de doble remolque, no importando día u horario.
Los defensores de los fulles, insisten en que su prohibición afectaría la economía de los mexicanos al ocasionar desabasto de productos básicos, esto no es cierto, dichos productos se trasladan en camiones de máximo 30 toneladas. Lo que transporta un doble remolque son cervezas, comida chatarra, automóviles y algunos productos de la construcción, a menos que los antes mencionados sean parte de la canasta básicos, no estamos frente a una situación de emergencia.
Se ha dicho, además, que esto incrementaría los precios de los productos, tampoco es cierto, ya que el ahorro de usar estos camiones es un beneficio exclusivo para las empresas. Finalmente, también han manifestado que se perderían empleos, al contrario, esto generaría mayores viajes para los transportistas y por tanto más trabajo.
La respuesta de la ALDF ante los detractores de esta iniciativa, es que el Estado tiene la obligación de velar por la seguridad y la vida de los mexicanos y no por los intereses económicos de las empresas que contratan este tipo de vehículos, la prioridad siempre será la vida e integridad de los ciudadanos, por ello desde Donceles, PAN, PRD y MORENA enviamos un mensaje claro y preciso de cómo se deben llegar a acuerdos en beneficio de la sociedad, de cómo se legisla en favor de ellos y hemos dado el primer paso para decir: ¡No al doble remolque en la Ciudad de México!