La visión de Leonardo da Vinci, “polímata” por excelencia del Renacimiento, es decir, una persona que sabe de todo y en profundidad, está presente en México gracias a la exposición Da Vinci Experience, abierta recientemente en Plaza Carso de la Ciudad de México. Se trata
de una novedosa perspectiva artística y museográfica que se vale de recursos tecnológicos digitales para difundir la erudición de este personaje histórico más conocido por sus obras pictóricas maestras Mona Lisa y La última cena, que por sus aportes científicos en áreas tan diversas como la ingeniería civil, la arquitectura, la óptica, la hidrodinámica, la astronomía, la anatomía y la medicina. El conocimiento de Leonardo da Vinci lo llevó a inventar aparatos que hoy en día figuran como precursores de máquinas y aparatos propios de la vida moderna contemporánea.
Me parece que esto último es lo que distingue a la exposición Da Vinci Experience respecto a otras exposiciones que se hayan hecho en el país sobre este genio renacentista: el que el público asistente tengamos la oportunidad de conocer —en reproducciones tridimensionales— algunos de sus inventos de nombres peculiares incluso en nuestros tiempos. Se exhiben seis aparatos elaborados por artesanos italianos, con herramientas y técnicas de la época renacentista, con la idea de acercarnos a la visión del inventor, según su tiempo y condiciones históricas.
Resulta por demás interesante observar prototipos rústicos elaborados con tela, madera y alambres metálicos de un tanque blindado con forma de tortuga; de un higrómetro o balanza útil para conocer la humedad del aire; un orinóptero vertical o máquina voladora de tipo aerostático; o el antecesor de un gato hidráulico inventado como una palanca de detención para reducir el riesgo de carga de una catapulta. Y uno de los más inventos más imaginativos de Leonardo, una máquina voladora a modo de planeador inspirado en el movimiento de las aves.
La exhibición Da Vinci Experience se divide en cuatro secciones temáticas que ayudan al público visitante a contextualizar al autor en la época y entorno en que nació y se desarrolló. La primera sección es “el túnel”, y ofrece un repaso histórico sobre la vida y trayectoria de Leonardo. La segunda es “la sala de máquinas”, con réplicas a escala de diversos inventos de agua y aire. La tercera sección la conforma una reproducción gigante de la pintura “La última cena”, adaptada digitalmente para que el público interactúe de manera interactiva con esta obra; y la cuarta sección denominada “sala inmersiva”, que como su nombre deja adivinar también permite una experiencia interactiva al público visitante, pues ofrece proyecciones de 360 grados. Finalmente, como una actividad extra con costo adicional, la exposición cuenta con un espacio de realidad virtual donde se tiene la sensación de manejar algunos de los inventos de Da Vinci.
Para mi gusto, lo más atractivo de esta exposición, y lo que me motiva a recomendarla, es que Da Vinci Experience está concebida como un espacio lúdico en el cual el público se divierte al ver, tocar, sentir e imaginar el mundo de Leonardo da Vinci como uno de los grandes inventores y genios del Renacimiento, que abrieron la puerta a la época contemporánea. Por otro lado, es una pena que el costo de entrada a esta exposición sea una limitante para amplios sectores de la población de la ciudad de México. @NohemyGarcaDua1