El corazón es un cazador solitario es el título de la primera novela de la estadounidense Carson McCullers, publicada en 1943, cuando apenas contaba con 25 años de edad.
Desde entonces esta novel escritora se consagró en el medio literario como una de las mejores narradoras del siglo XX, a la par de autores y posteriores amigos suyos de la talla de Faulkner, Flannery O´Connor, Capote y Tennessee Williams, todos ellos, al igual que Carson, representantes del así llamado “gótico sureño”.
Se trata de un subgénero literario de origen europeo que tiene su símil literario en los Estados Unidos, con escritores que recrean, a modo de denuncia, el "Sur profundo" de los Estados Unidos, a través de personajes con alguna deformidad física o psicológica, que sufren por su falta de adaptación a un entorno social que los discrimina y del cual la única escapatoria posible parece ser la muerte o llevar a cabo una vida triste y desoladora.
Los personajes protagónicos de El corazón es un cazador solitario responden a esta tipología: John Singer, un sordo mudo blanco, alto y de ojos expresivos que proyectan una vivaz inteligencia, hacia todos los demás personajes que se sienten atraídos. O el enigmático médico negro Benedict Mady Copeland, quien se pasó la vida estudiando y, por ello, ha leído más libros que muchos blancos de un impreciso asentamiento enclavado en el Sur de la Unión Americana, según nos relata Carson McCullers. Ahí, lo más destacado son edificios de “hilanderías muy grandes y florecientes, aunque la mayor parte de los obreros de la ciudad eran muy pobres”.
Otro personaje central de esta novela es Jake, un hombre feo, corpulento, de tez morena que de vez en vez suelta algunas palabras en español, y que en su maleta carga libros de Karl Marx, Thorstein y escritores así, a quienes a leído una y otra vez. Esta suerte de manía hace afirmar: “apuesto a que soy el único hombre de esta ciudad que lleva furioso, me refiero a furioso de verdad, diez largos años, [ya que] donde quiera que uno mire hay mezquindad y corrupción”.
Un personaje igualmente relevante es Mick Kelly, una chica adolescente que pertenece a una familia de blancos pobres, pero que se da el lujo de tener a su servicio a una trabajadora doméstica de color, la joven Portia, que se siente afortunada de laborar con ellos por los buenos tratos recibidos. Mick es la hija mayor de los Kelly y, así como los otros personajes centrales de la novela, ella también se encuentra en Singer, el sordomudo, a un interlocutor confiable y amigable, a pesar de su mutismo, o precisamente por ello.
Este personaje femenino guarda cierta semejanza con la propia McCullers, quien como Mick, desde muy pequeña demostró un gran talento y afición por la música, por lo que durante años se dedicó a estudiar piano. Esto fue un hecho en la vida real de la escritora, mientras que en la de su protagonista literaria sólo sucedió en su imaginación. Si bien ninguna de las dos se consagró como pianista, Lula Carson Smith, nombre verdadero de nuestra admirada escritora, descubrió una nueva vertiente de sus dotes artísticas gracias a que a sus quince años de edad su padre le obsequió una máquina de escribir, según relata en su ensayo de 1948 Cómo comencé a escribir.
El corazón es un cazador solitario es una excelente obra literaria, cuya lectura es recomendable por la originalidad de sus personajes, por el uso de un lenguaje sencillo, sutil y hasta poético, con el describe escenas, paisajes y rasgos físicos o psicológicos de los protagonistas y de sus historias de vida. Esta primera novela de Carson no deja de sorprendernos por lo inesperado de su desenlace, aunque el título de la misma insinúa, de cierta manera, el tono melancólico y emotivo de la narración.
La corta vida de McCullers, pues murió a los 44 años de edad, estuvo acompañada de altibajos anímicos, ya que mientras en lo profesional gozó de prestigio y reconocimiento internacional como una gran escritora, su mundo íntimo y su salud, por el contrario, fueron muy poco satisfactorios. Por mucho tiempo sostuvo una relación amorosa y tormentosa que concluyó con el suicidio del hombre con quien se casó y divorció varias veces; al tiempo que una enfermedad contraída desde pequeña deterioró aceleradamente su cuerpo hasta llevarla a una muerte precoz.
Hoy en día la obra de esta escritora estadounidense está presente debido, entre otras cosas, a la vigencia de los temas de racismo y de desigualdad social que aborda en sus novelas, cuentos y obras de teatro, y que movimientos como Black Lives Matter (“ la vida de los negros importa ”) nos dice que en la actualidad esas formas de vida siguen siendo una falta histórica a los derechos humanos de millones de personas que viven tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo. @ NohemyGarcaDua1