En el ámbito del entretenimiento cinematográfico y de las series producidas y distribuidas a través de las plataformas digitales actuales,
Corea del Sur ha destacado últimamente con propuestas culturales novedosas tanto por sus temáticas como por sus tratamientos estéticos. Recordamos, por ejemplo, el filme multipremiado Parásitos (2019) o la popular serie dramática El juego del calamar (2021).
En este sentido, ahora salta a la fama una nueva serie coreana titulada Woo, una abogada extraordinaria (2022), producida y estrenada recientemente por la plataforma digital Netflix, que aborda un contenido poco visto en los medios de comunicación: el Trastorno del Espectro Autista (TEA) que padece Woo, la joven abogada recién graduada con honores, quien es la protagonista estelar de esta interesante historia contada con tintes de comedia, pero, sobre todo, con mucho profesionalismo respecto a esta enfermedad y a la necesidad de informar a la sociedad en torno a su existencia y a sensibilizarla para su aceptación con un enfoque de inclusión social.
La actriz Park Eun-bin interpreta a la joven abogada Woo de manera ejemplar, con sencillez y aparente naturalidad, ya que se trata de un personaje que por su trastorno autista tiene dificultades para interrelacionarse socialmente, que desde los cinco años fue diagnosticada con esta enfermedad, y que al mismo tiempo su padre descubrió las dotes eruditas de su hija, quien posee un coeficiente intelectual de 164, catalogado de genialidad. Esta condición viene acompañada de una memoria sobresaliente y de una forma creativa de pensar, cualidades que resultan muy útiles en la resolución de los diversos casos judiciales que llegan al bufete Hanbada, que la ha contratado de manera excepcional y a prueba durante un determinado periodo de tiempo.
En este espacio de abogados litigantes es que transcurre la serie, y en la en que cada capítulo se presentan temáticas novedosas a modo de problemáticas a resolver jurídicamente, pero que en su planteamiento inicial y posterior desarrollo rebasan esa perspectiva al grado de plantear cuestionamientos éticos, filosóficos, políticos, psicológicos y sociales propios de nuestra cultura contemporánea globalizada. Y todo ello con un matiz de melodrama y comedia que lo aligera sin caer en la chabacanería, en un equilibrio histriónico difícil de alcanzar, de ahí lo sorprendente de esta nueva serie: Woo, una abogada extraordinaria, creada por Yoo In-sik y Moon Ji-won.
Por ejemplo, en la temporada uno, que consta de 16 capítulos de casi una hora de duración cada uno, se pueden apreciar las dificultades que tiene Woo para trasladarse de su casa a su lugar de trabajo en transporte público, a pesar de vivir en una ciudad cosmopolita y altamente industrializada. El tema de la diversidad sexual es otra cuestión planteada a modo de conflicto familiar y social; o el de una herencia que reciben tres hermanos y que es motivo de pleito legal por la codicia de dos de ellos. La expansión urbana y el desarrollo de las metrópolis también es tema de dos capítulos más humanos y divertidos de la serie. O el mismo síndrome del autismo
Llama la atención que la producción de los diversos capítulos ilustra los distintos ambientes geográficos y socioeconómicos que conviven en la Corea del Sur actual, esto es, la capital cosmopolita, con grandes rascacielos, pero también las zonas rurales y la provincia. Igualmente, se aprecian personajes de diferentes clases sociales que, en algunos casos, llegan a ser contrastantes entre sí. La música y la fotografía son dos elementos más que contribuyen al lucimiento de la serie Woo, una abogada extraordinaria.
Los actores que caracterizan a los personajes que acompañan a Woo también resultan acertados en sus interpretaciones, lo que ha contribuido a que esta propuesta sea muy redonda en su realización, y en pocos meses haya alcanzado niveles récord de audiencia a nivel internacional.
Si bien en la cultura del entretenimiento audiovisual y cinematográfico existen antecedentes de producciones cuyos personajes centrales adolecen del TEA, como las series The good doctor (2017) y Atípico (2017), difundidas en televisión de cable y en plataformas digitales; o el filme clásico interpretado por Dustin Hoffman, Rain Man (1988), por mencionar algunas de las más populares, las perspectivas desde las que los guionistas y directores se acercan a esta problemática dista mucho de agotarse.
En este sentido, Woo, una abogada extraordinaria destaca por ser un nuevo llamado a visibilizar una enfermedad poco conocida, con altos índices de discriminación y estigmatización entre quienes la padecen, y que de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada cien niños en el mundo tiene autismo.
Nohemy García Duarte