Roberto Hernández es un joven abogado mexicano egresado del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) que ha cobrado celebridad por su
particular forma de ejercer la abogacía litigante en defensa de los derechos humanos y, al mismo tiempo, por sus denuncias en contra del sistema judicial del país. ¿Y cuál es esa forma tan original? Pues la de realizar documentales de calidad en los que se constatan, con evidencias y testimonios, las irregularidades de muchos de los procesos judiciales que se llevan a cabo en nuestro país.
A la fecha, Hernández ha participado en tres exitosos documentales: el cortometraje El túnel (2006); el largometraje Presunto culpable (2008); y lo más reciente, la miniserie Duda razonable (2021), que como su subtítulo anuncia, aborda la historia de dos secuestros, del injusto encarcelamiento de cuatro personas acusadas de este delito, y de un proceso judicial plagado de anomalías e irregularidades.
La miniserie Duda razonable es el trabajo fílmico más completo en que Roberto Hernández se ha involucrado con el acompañamiento profesional de Layda Negrete, también abogada de formación; Coordinadora del Proyecto de Calidad de la Justicia del Centro de Análisis de Políticas Públicas A. C. “México Evalúa” y candidata a doctora en Política Pública por la Universidad de California en Berkeley. En los últimos catorce años, Negrete se ha dedicado a estudiar el sistema de justicia y seguridad pública en México y a comunicar las deficiencias de este.
La miniserie en cuestión se enfoca en las cárceles del municipio de Macuspana, Tabasco, por pura casualidad, según narra el propio Roberto Hernández, ya que inicialmente se encontraba investigando sobre la eficacia o no de los juicios orales en México, a través de encuestas realizadas en los penales del país. “Fue entonces que me di cuenta de que cuando con una cámara [de cine] preguntaba a cinco internos si había visto al juez en su proceso judicial, eso tenía más impacto en la sociedad que si preguntaba a tres mil internos sin ese recurso. La fuerza de la imagen tenía más impacto que el dato duro”.
La elección de los presos protagonistas del documental Duda razonable también fue por azar y aleatoriamente. Sin embargo, varias señales condujeron al realizador hacia Tabasco, una de ellas, que de acuerdo con el INEGI esa entidad ocupaba el primer lugar en incidencia de secuestros a nivel nacional y, al mismo tiempo, que esa entidad sureña era una de las demarcaciones políticas que tenía más personas encarceladas por ese delito. ¿Qué pasaba ahí? ¿Sería que estuvieran encarcelando a personas equivocadas y no a los secuestradores reales?
De esto y más trata la miniserie Duda razonable, que profundiza sobre el caso de cuatro individuos que en 2015 son acusados de dos secuestros, y que a partir de ese año el director y abogado del documental presenta esta historia y le da seguimiento a lo largo de seis años, tiempo en que levanta imágenes en sitio y las sistematiza mediante un análisis riguroso de la lógica propia de un proceso jurídico. Este tratamiento de la información dio lugar a cuatro capítulos titulados: 1) El accidente; 2) El secuestro; 3) La acusación; y 4) La sentencia.
La serie se estrenó en la plataforma de Netflix en noviembre del 2021, y al poco tiempo se convirtió en uno de los contenidos más vistos en México, a tal grado que cobró notoriedad en redes sociales y en noticieros nacionales. El centro de interés del público fue cuestionar la arbitrariedad con que se impartía justicia en nuestro país, lo que provocó que en febrero del 2022 la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión pública, informara que atraería dicho caso para su revisión.
La calidad y profesionalismo de Roberto Hernández, este abogado con vocación de cineasta, se sustenta en los antecedentes fílmicos de sus dos producciones anteriores, con las cuales se hizo acreedor a diferentes premios y reconocimientos nacionales e internacionales en diversas competiciones del gremio cinematográfico en el rubro de mejor documental. Por esto y por la actualidad del tema que aborda la miniserie Duda razonable, vale la pena verla y disfrutarla como una opción tan alcance de nuestras posibilidades de entretenimiento.
Nohemy García Duarte