Este año la Academia Sueca sorprendió a la opinión pública al otorgar el Premio Nobel de Literatura 2022 a la francesa Annie Ernaux,
conocida en el ámbito literario y político por un estilo literario en el que convergen ingredientes tan disímbolos como una “escritura neutra que guarda distancia con el texto”, la autobiografía como inspiración temática de su obra con un tratamiento sociológico de la misma. Todo ello condensado en un lenguaje que reivindica la dimensión política de la intimidad de la autora, pero al mismo tiempo su contexto histórico y sociológico, lo que le da valor y forma a una “personalidad literaria de una vigorosa voz femenina”, según palabras del propio jurado.
Durante más de cuarenta años, Annie Ernaux se ha dedicado a escribir textos en un estilo a contracorriente de las modas literarias y difícil de etiquetar. Sin embargo, poco a poco esa vertiente fue ganando reconocimiento entre las jóvenes generaciones, de tal forma que en los últimos años la obra de esta autora se hizo acreedora de los principales premios nacionales e internacionales del medio literario. Fue así como en 2019 viajó a nuestro país para recibir el Premio Formentor, en el marco de la Feria Internacional de Guadalajara.
Su trayectoria, compuesta por más de 20 títulos, se ha visto coronada este 2022 con el Premio Nobel de Literatura, en un tiempo en que finalmente la narrativa basada en hechos reales tiene éxito, de tal forma que Ernaux es reconocida como transformadora del campo literario y pionera de una nueva manera de escribir: una hibridación entre literatura y ciencias sociales. Para la escritora mexicana Margo Glantz, la ahora Nobel pone en su literatura una marca especial: su propia vida, colocándose ella como referencia de lo que les pasa a las mujeres. “Es una gran feminista. No es escandalosa, ni intolerante ni panfletaria”, considera.
De origen humilde, Annie Ernaux pasó su adolescencia y juventud en un pequeño poblado rural del noroeste de Francia. Fue la primera persona de su entorno familiar en acceder a estudios de educación superior, primero como profesora de secundaria y de francés, y más tarde, al ingresar a la Universidad de Rouen, obtuvo el grado de licenciatura en letras modernas. Desde el año 2000 dejó de dar clases en el Centro para la Educación a Distancia para dedicarse exclusivamente a escribir.
Algunos de sus obras más destacadas son La mujer helada (1981), en la que aborda su experiencia matrimonial; Una mujer (1988), en la que cuenta la vida de su madre; El lugar (1983) y La vergüenza (1997), en las que refiere el ascenso social de sus padres durante su adolescencia; y El acontecimiento (2000), en la que revela sus vivencias ante su aborto. También son conocidas El uso de la foto (2005), en la que narra sus avatares ante el cáncer de mama que padeció; y Mira las luces, amor mío (2021), en la que da cuenta del comportamiento que muchas veces tenemos en la rutina de ir a un supermercado, con acciones involuntarias, pero que nos definen como seres sociales históricamente determinados.
Annie Ernaux siempre se ha reconocido como una escritora influenciada por al menos dos pilares de la cultura francesa de alcance occidental: Marguerite Yourcenar en el ámbito literario, y Pierre Bourdieu en el sociológico. De ahí que el sello más característico de su obra sea el de reivindicar el plano político de la vida cotidiana con perspectiva de género, que hace evidente la desigualdad social en la que nos desenvolvemos. Ello da cuenta el por qué su obra ha sido traducida y estudiada desde hace 30 años en los círculos intelectuales y feministas de Estados Unidos.
Para la galardonada con el Premio Nobel de Literatura 2022, el escribir es “una especie de obligación social. Cada vez que empiezo un libro tengo que sentir ese mandato, si no, me parece gratuito”, asegura. Esa percepción alude a la necesidad de la autora por constituirse en portavoz de la clase social de la que procede, pero hacerlo de una nueva manera, con palabras llanas que la hagan encontrarse a sí misma y al mundo que la rodea.
Y para muestra de este estilo citamos algunas frases seleccionadas de su obra La vergüenza. “Mi padre intentó matar a mi madre un domingo de junio. Fue a primera hora de la tarde… Aquello ocurrió el 15 de junio de 1952, la primera fecha concreta de mi infancia. Hasta entonces, el tiempo solo había consistido en un deslizarse de días y de fechas escritas en la pizarra y en los cuadernos… A partir de entonces, aquel domingo se interpuso como un filtro entre la vida y yo… Lo que quiero es encontrar las palabras con las que yo pensaba en mí misma y en el mundo que me rodeaba… Pero la mujer que soy en 1995 es incapaz de penetrar en aquello niña de 1952 que lo único que conocía era su pequeña ciudad, su familia y su colegio, y que sólo tenía a su disposición un léxico muy reducido. Y, ante ella, la inmensidad del tiempo por vivir. No existe una auténtica memoria de uno mismo.”
Hoy en día, la Premio Nobel de Literatura 2022 se mantiene firme en sus convicciones políticas de izquierda, y a sus 82 años de edad, no dudó en marchar por las calles de París, en apoyo al movimiento social denominado Francia Insumisa, que el 16 de octubre pasado encabezó una protesta por el aumento de los precios, la inflación, el desabasto de combustibles y otros temas vinculados al cambio climático que han generado un malestar social generalizado en Francia, entre otros países europeos. @NohemyGarcaDual.
Nohemy García Duarte