Nuevamente hablaremos de cine y de buen cine mexicano. En esta ocasión se trata del reciente estreno
del filme Pinocho (2022) en una nueva versión, ahora a cargo de Guillermo del Toro, quien se vale de la técnica de animación Stop Motion, o animación fotograma por fotograma, para ofrecernos una historia de “padres e hijos imperfectos, y sobre las pérdidas y el amor”. Es decir, una temática muy humana, pero personificada con marionetas de madera que expresan emociones intensas.
Este largometraje de Guillermo del Toro, quien codirige junto con Mark Gustafson, y coescribe con Patrick McHale el guion de Pinocho, tiene en su hechura una gran cantidad de talento mexicano, tanto en el aspecto artístico como en la técnica, con una animación de tipo artesanal, lo que resulta ser uno de los mayores atractivos estéticos de esta recreación fílmica basada en el clásico cuento de Carlo Collodi.
Fiel a su estilo y gusto por el género fantástico y por los monstruos, Del Toro nos brinda una versión retro de Pinocho, en la que las marionetas de madera dan vida a todos los personajes de esta historia que entremezcla animaciones de seres mágicos (las dos hadas azules, el Grillo-narrador y el propio Pinocho que es un niño de madera) con animaciones de protagonistas humanos (Gepetto, el carpintero-papá, la tropa del circo, el cura y demás habitantes del poblado donde se ubica la narración).
La diversidad de marionetas animadas luce en su naturaleza de personajes de madera bellamente tallados y, según palabras de Guillermo Del Toro, en un doble juego de lucimiento de la técnica artesanal con la que fueron elaboradas las marionetas, y su expresividad dramática desplegada durante su producción fílmica. “Yo —asegura el cineasta— realmente quería que esta película impactara con la expresividad y la naturaleza material de una animación hecha a mano, un hermoso ejercicio artesanal de tallado, pintura, escultura, pero con la sofisticación del movimiento”.
En cuanto al tratamiento del contenido de la historia tradicional de Pinocho, Del Toro se interesa en imprimirle un sello particular. Su propuesta va más allá de proyectar una visión sobre la obediencia y la sumisión para reflexionar respecto a valores universales más profundos, como el amor filial y la aceptación del Otro (hijo o padre) en su condición natural, con las imperfecciones inherentes al origen y naturaleza de cada uno: Pinocho, como un hijo distinto a lo común, de “madera”, y Gepetto, como un padre amoroso que respeta esa diferencia.
Las expectativas del también director de La forma del agua, premiada con el Óscar a mejor película en 2017, se cumplen ampliamente con Pinocho, película de animación que, además, cuenta con múltiples diálogos musicalizados a cargo de Alexandre Desplant, igualmente participante en la galardonada cinta ya mencionada.
El talento cinematográfico de Guillermo del Toro ha brillado en el ámbito nacional desde Cronos (1993), su primer largometraje, y se refrenda en cada una de sus más de diez producciones audiovisuales que ha escrito y dirigido a nuestros días. Esta trayectoria ha sido reconocida por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien en noviembre de 2022 le otorgó el doctorado Honoris Causa por sus aportaciones “a la cultura y su apoyo a la juventud”.
Pinocho estaba anunciada para ser difundida en diversas salas comerciales del país durante el mes de noviembre del año en curso, sin embargo, por causas un tanto confusas, ello no fue posible. En consecuencia, en la Ciudad de México se encuentra en exhibición solamente en salas de la Cineteca Nacional y algunas salas de la UNAM; mientras que en el resto del país se buscan espacios alternativos. De cualquier forma, lo que se mantiene en pie es su divulgación en la plataforma digital de Netflix a partir del 9 de diciembre del año en curso.
Me parece que esta nueva versión de Pinocho, Guillermo del Toro tiene buenas posibilidades para figurar como candidato al Óscar en categorías como la de mejor largometraje de animación y de ficción y mejor banda sonora musical, entre algunas más. Ya veremos. Por lo pronto, los invito a disfrutar de esta producción animada hecha con mucho talento mexicano.
Nohemy García Duarte