Las nocivas consecuencias económicas de la guerra entre Rusia y Ucrania han sido para occidente muy costosas,
pero está claro que para Estados Unidos ello no importa, por lo que no cesa en impulsar las hostilidades con apoyo bélico y monetario.
El aumento en los precios de los combustibles y la inflación desatada son sólo dos elementos de una guerra que pudiera evitarse si las partes involucradas deseasen realmente la paz, lo cual hasta este momento no es observable.
Paralelamente se desatan campañas de desprestigio contra Rusia en todo occidente, culpándola al cien por ciento de la guerra, cuando ha sido la expansión militar de la OTAN en Europa el principal detonante de la tensión política que derivó en el conflicto armado.
Debe recordarse que, desde la desaparición de la Unión Soviética, la OTAN admitió a 14 países de la Europa del Este dentro de los términos del Tratado del Atlántico del Norte, e incluso en 2008 se le dio la posibilidad a Ucrania de sumarse a la organización militar supuestamente de exclusiva defensa.
Esta expansión de la OTAN ha sido vista por Rusia como amenaza a su seguridad nacional, situación agravada por la tensión desatada en las regiones Donetsk y Lugansk, donde habitan un importante número de rusos.
Incluso en Europa occidental, muchos de sus habitantes aceptan el crecimiento de la OTAN como causal de la guerra y de acuerdo con un estudio Centro de Monitoreo, Análisis y Estrategia el cuarenta por ciento de alemanes encuestados aceptaban responsabilidad de la OTAN en el desenlace bélico en Ucrania.
Pese a toda la decisión política de Estados Unidos y Europa se mantiene firme y no se observa en el futuro inmediato un cambio de posición, por lo que la guerra de Ucrania se mantendrá y sus efectos negativos a la economía global continuarán por mayor tiempo.
SUSURROS
Al parecer Estados Unidos está logrando controlar su proceso inflacionario al lograr descender el crecimiento de precios de 9.1 por ciento en junio pasado a un 6.4 por ciento en enero de este año, sim embargo aún no se desecha la posibilidad de una recesión en el vecino país.
Tampoco se destierra la posibilidad de que sigan en aumento las tasas de interés fijadas por la Fed como medida de control inflacionario y atracción de capitales a sus fondos de inversión.
Difícilmente se logrará en este año el objetivo de bajar la inflación al dos por ciento, pues las condiciones geopolíticas mundiales no dan certidumbre a la economía ni estabilidad a los precios de hidrocarburos.
Salvador Martínez García
@salvador_mtz
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Periodista desde 1974, ha trabajado de reportero y columnista en diferentes medios (Excélsior, Televisa, Diario de la Tarde, Novedades, El Día, NTR, entre otros). Comentarista en Radio Fórmula, Radio 13, y Radio ABC