Oposición deshecha

Con la decisión de abandonar su responsabilidad como senadores de la República al no acudir a la última sesión del

pasado periodo ordinario, la oposición quedó deshecha y probó que no tiene fuerza para al menos fijar una posición coherente hacia los comicios presidenciales de 2024.

De haber participado hubieran podido evitar los cambios constitucionales, como la reducción de edad requerida para ser diputado, pero eso no les importó, simplemente adoptaron la postura de ir a la corte a impugnar un proceso legislativo que, quiérase o no, cumplió con la exigencia normativa, pues los senadores ausentes no quisieron asistir.

La fuerza política de Morena y sus aliados, así como la del Ejecutivo Federal quedó de manifiesto y habrá de proyectarse con holgura hacia el ámbito electoral, de inmediato en el proceso para elegir gobernador o, mejor dicho, gobernadora, en el Estado de México, donde se anticipa el triunfo de Delfina Gómez sobre Alejandra del Moral.

Quien tampoco quedó bien parado, aunque así lo exprese públicamente, es el presidente de la JUCOPO, Ricardo Monreal, el saltimbanqui morenista que busca caer de nuevo parado tras sus coqueteos con la oposición y empresarios en su afán de ser candidato presidencial, cuando lo que realmente desea ser es jefe de Gobierno en la Ciudad de México.

Su juego y chantaje están al descubierto y muy remotamente sería el abanderado de Morena en la contienda capitalina donde Morena cuenta con personajes de mucho mayor nivel, capacidad, respetabilidad y sobre todo lealtad, como la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, para esa postulación.

Por lo pronto, a la oposición no le queda mucho por hacer pues entre ellos mismos se están desbaratando. En el panismo Calderón es acusado de acabar con los principios de Acción Nacional y éste acusa de lo mismo a Ricardo Anaya y a Marko Cortés. En tanto sus aliados, amén de no representar ya casi nada, tampoco están muy de acuerdo en que sean los panistas los que decidan las principales candidaturas.

Total, que la oposición está deshecha y sus posibilidades hacia el futuro son muy pocos, sobre todo porque ya no hay tiempo para reorganizarse o formar un bloque, al menos coherente, ante la ciudadanía. Así las cosas.

SUSURROS

Justo con la conmemoración del Día del Trabajo se acabó el tiempo de los sindicatos para legitimar sus contratos colectivos de trabajo con las empresas. Sólo 15,800 de los 130 mil que habían registrados quedaron vigentes.

Se habla de una buena depuración, pues muchos de esos contratos sólo amparaban los abusos de los patrones sobre sus trabajadores, pero también a muchos de los validados se les conoce como defensores patronales.

Al menos, la ley da al trabajador la oportunidad de demandar cambio de representación sindical en votación libre, directa y secreta. El buen sindicalismo tiene la oportunidad de avanzar. Veremos.

Salvador Martínez García

@salvador_mtz

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Periodista desde 1974, ha trabajado de reportero y columnista en diferentes medios (Excélsior, Televisa, Diario de la Tarde, Novedades, El Día, NTR, entre otros). Comentarista en Radio Fórmula, Radio 13, y Radio ABC