Tensión en el mundo

Mientras cada país en este planeta libra sus propias batallas políticas y económicas, es imposible no estar pendiente

de lo que ocurre en Ucrania, donde el presidente Volodimir Zelenski está empeñado en no querer terminar la guerra con la ayuda de Estados Unidos y las naciones que integran la Organización del Atlántico Norte (OTAN).

El reloj de espera para el día 20 de enero en el que Donald Trump asumirá su segundo mandato en Estados Unidos, parece que avanza lento (aunque el día sigue teniendo 24 horas). La actual administración de Joe Biden, sabe que todavía manda y no ha dudado en proporcionar misiles ATACMS para que continue la guerra de Ucrania contra Rusia.

Dicen los expertos que Ucrania ya perdió la guerra contra Rusia desde hace tiempo. Lo que ha seguido para intensificar y alargar la guerra por parte de Ucrania es tratar de provocar a Rusia, que es una potencia nuclear avanzada. 

Mientras que Zelenski insiste en el apoyo militar de países aliados para atacar objetivos rusos, la humanidad ha sido testigo de los misiles hipersónicos de Rusia, que ya lo dijo el presidente Vladimir Putin, los misiles Oreshnik, no es solo un arma hipersónica eficaz, de alta precisión, y del que no existe en el mundo una forma de contrarrestarlo. 

Oreshnik fue utilizado por primera vez con una carga hipersónica no nuclear, dijo el presidente ruso Vladimir Putin. La zona donde hizo impacto fue la ciudad ucraniana Dnipró.

En esta escalada, se sabe que Ucrania solo puede actuar con el apoyo de militares estadounidenses, y tal vez, británicos, ya que de otra forma sería imposible, luego de hacer uso de misiles británicos Strom Shadow contra suelo Ruso. 

Cuánto podría contenerse Rusia hasta el 20 de enero, nos preguntamos.

Por el momento, las respuestas de Donald Trump siguen siendo una especulación, es necesario esperar a que tome posesión, porque nada está escrito. 

El asunto es que quieren provocar a Rusia al costo que sea para que responda y dejar para Trump un panorama tan difícil de componer en el tiempo (no sabemos cuánto), que no serán 24 horas como lo había pronunciado en campaña antes de saber que sería electo como presidente, y que además, una de sus promesas de campaña fue que no habría otra guerra mundial.

Nidia Sánchez