·Ante inseguridad, fortalecen la politiquería en Cuautitlán Izcalli ·Villa del Carbón, al borde del colapso social
La extorsión es un dolor de cabeza, y no de los pequeños, para el Estado de México, este delito no solo tiene aterrados a los ciudadanos, sino que está poniendo en jaque a los pequeños empresarios que ven cómo sus negocios son amenazados a punta de extorsión.
Según Alfonso Ramos, líder de la COPARMEX en la zona metropolitana, por lo menos el 50% de los empresarios han sido víctimas de este terrible delito de extorsión. Sí, la mitad de quienes día con día buscan con esfuerzo crecer, dar empleo y mejorar su calidad de vida, se ha visto afectado.
Y esto no es solo una estadística fría; es un grito de auxilio que va directo a las autoridades del Estado, que parecen no estar dando el ancho ante un reto tan grave, un verdadero asunto de seguridad pública y social que le cayó como bomba al gobierno de Delfina Gómez Álvarez.
¿Cómo operan los extorsionadores? En su mayoría, a través de llamadas telefónicas. Se hacen pasar por integrantes de grupos criminales o incluso por empleados de empresas, con un nivel de cinismo que deja a más de uno al borde del pánico.
El problema es que esa sensación de incertidumbre se ha ido apoderando tanto de empresarios como de la gente común. El miedo está ahí, latente, y afecta la vida diaria de muchas personas.
Lo preocupante, es la respuesta de las autoridades que siguen afirmando que los casos de extorsión han bajado, la realidad es que el porcentaje de denuncias no realizadas sigue creciendo. ¿Por qué? El miedo es no solo a los criminales, sino a las posibles alianzas entre funcionarios y criminales.
Interesante lo dicho por el dirigente empresarial ante las declaraciones del gobierno mexiquense, siempre se ha sabido, una cosa son las cifras a kodo y otra la realidad que termina por golpear de frente y directo a la nariz al aparato gubernamental del estado de México, que todo apunta a que siga jugando a que gobierna.
Ante inseguridad, fortalecen la politiquería en Cuautitlán Izcalli
El municipio de Cuautitlán Izcalli está sumido en una creciente ola de inseguridad que parece no tener freno, a pesar de que el nuevo gobierno, encabezado por el alcalde Daniel Serrano Palacios desde enero, prometió un cambio, lo cierto es que los resultados son desoladores.
En vez de ver una mejora en la seguridad, los habitantes de la zona se sienten cada vez más vulnerables. Casos tan alarmantes como el robo armado en una taquería de Hacienda del Parque, que se viralizó a nivel nacional, reflejan la realidad: los delincuentes no temen ni siquiera las zonas de alto tráfico, como plazas comerciales, que se supone deben ser las más vigiladas.
El robo a joyerías en Luna Parc, el atraco a Sanborns en Plaza San Marcos o el robo en Walmart de Cofradía son solo algunos de los ejemplos de la incapacidad de las autoridades para frenar el crimen.
La situación es aún más grave cuando nos enteramos de que los hechos violentos con armas de fuego ya son una constante. En lo que va del mes, se han registrado balaceras en lugares como Jardines de la Hacienda y La Quebrada, así como asesinatos a plena luz del día.
A estos se suman las ejecuciones de choferes de transporte público y varios homicidios, como el reciente caso en Bosques de Morelos. A pesar de esta realidad, el alcalde parece estar más enfocado en sus viajes al extranjero y en mantener una imagen de “seguridad” que dista mucho de la que vive la ciudadanía.
La indiferencia del gobierno local se refleja en su discurso hueco acerca de la disminución de los índices delictivos, cuando la realidad es otra: los robos, homicidios y violaciones aumentan, y la gente ya no sabe a quién recurrir para sentirse segura.
Villa del Carbón, al borde del colapso social
A partir de enero de este año, inicio de las administraciones municipales en el estado de México, los cambios prometidos comenzaron a esperarse, mismo que en muchos casos no ha llegado, por ejemplo Villa del Carbón.
En este hermoso municipio la administración encabezada por la presidenta Ofelia Sandoval y el síndico José Rueda, ha convertido a este destino turístico y de descanso en un verdadero campo de batalla que hasta ahora ha sumado 18 asesinatos, lo que equivale a uno cada tercer día.
¿Qué pasó con la imagen de pueblo seguro? Ahora va que vuela para convertirse en uno de los más inseguros del estado en relación a su cantidad de habitantes, la inseguridad que prevalece en Villa del Carbón, no es producto de la casualidad.
Al igual que la administración municipal, la policía municipal está sumida en un caos por la falta de liderazgo, sin un mando claro y con una estrategia de seguridad que no existe, mientras la delincuencia opera sin temor alguno.
¿Qué tiene que suceder para que el gobierno reaccione? ¿Están esperando un mayor incremento en la inseguridad? Habitantes señalan incluso indicios de complicidad, mientras eso sucede, la alcaldesa busca la oportunidad de tomarse fotografías con la gobernadora, que se notan más que forzadas, el colapso social, parece estar a la vuelta de la esquina.
DANIEL CAMARGO HERNÁNDEZ
Gracias por tu lectura. Los espero mañana a partir de las 7:30 de la mañana con mi comentario en #UltraNoticias con Oscar Glenn, en el 101.3 FM de Toluca. ¡Ya lo sabe, que le vaya como se porte.