En política, tener “mano izquierda” es más que una habilidad, es una forma de hacer las cosas. No se trata sólo de
saber negociar o evitar el conflicto abierto. Es tener el temple para construir consensos, la inteligencia para leer el clima social y, sobre todo, la humildad para entender que sin alianzas no hay transformación posible.
Esta expresión, no habla de tibieza ni de cálculo frío. Habla de saber moverse con astucia y respeto en medio de diferencias reales. De saber cuándo insistir y cuándo retroceder, sin perder de vista lo que importa: los derechos, la dignidad y la vida de quienes más lo necesitan.
Ya pasó más de una semana y no hay claridad respecto de lo sucedido en el Foro Alicia, el 30 de mayo, cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México y del Ejército Mexicano desalojaron a los asistentes a un concierto del artista vasco Fermín Muguruza.
Los primeros informes señalaron que el operativo en el inmueble, ubicado en la calle Eligio Ancona, colonia Santa María la Ribera, alcaldía Cuauhtémoc, administrado por la Secretaría de Cultura de la CDMX, se realizó durante un recorrido de elementos policiacos y fuerzas federales, los cuales detectaron una concentración de gente, por lo que procedieron a solicitar los permisos del evento y tras una revisión, cancelaron el evento.
Tanto la jefa de Gobierno, Clara Brugada, como el titular de la SSC, Pablo Vázquez, informaron que dos mandos de esa dependencia fueron removidos de sus cargos, sin dar detalles, y que las investigaciones seguirían.
La alcaldesa, Alessandra Rojo de la Vega, incluso, mostró capturas de pantalla de las comunicaciones con la Jefa de gobierno y el secretario de Seguridad Ciudadana, sin obtener respuesta de su parte. A Clara Brugada le dijo, entre otras cosas: “La alcaldía Cuauhtémoc no fue parte de este operativo, ni avaló ningún tipo de censura. Estamos del lado de la verdad, de la cultura y de la ciudadanía. Confío en que usted también”.
“Le propongo trabajar juntas para que nunca más se silencien voces desde el poder. Que esta ciudad, que tanto presume de libertades, las garantice de verdad, y sin excepciones”.
A Pablo Vázquez le escribió lo siguiente: “Buenos días Pablo. Por qué fue el operativo al foro de ayer con policías y militares. Sabemos quién encabezó. No tenemos información”. Y tal vez la cosa hubiera quedado ahí, de no ser por el secretario de Gobierno, de la CDMX, César Cravioto, quien a través de un video, dijo que se estaba realizando la investigación, “pero no sólo estamos haciendo las investigaciones, sino que se ha castigado a quienes por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana intervinieron en este lamentable tema. La izquierda siempre ha promovido la libertad, las libertades, y la derecha siempre ha promovido que no haya libertades y se ha dado un debate. Por supuesto que hay una responsabilidad que se acepta por parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y del Gobierno de la Ciudad, pero tenemos información ya confirmada, y lo dice el mismo promotor cultural, que hubo por lo menos dos visitas de la alcaldía. Decir que la Alcaldía no tuvo nada que ver, pues me parece que es como lavarse las manos”. Por ello, la alcaldesa Rojo de la Vega tuvo que salir a enmendarle la plana a Cravioto. Aseguró: “¿Desde cuándo una alcaldía ordena sobre la policía de la Ciudad de México? Qué indignante es comprobar que en lugar de aceptar sus errores, de pedir perdón al mundo de la cultura, porque los usan para buscar votos, pero los están asfixiando cada día que pasa con sus acciones, prefieren mentir y tratar de ensuciar a quien no tiene responsabilidad en este asunto”.
También señaló que “el jefe regional Centro Barak, quien responde exclusivamente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana y a la Jefatura de Gobierno, me confirmó que hicieron este operativo junto con la Sedena y que llegaron a este lugar sin saber si era una fiesta o un concierto”.
Por si lo anteror fuera poco, afirmó: “La cadena de mando es muy simple. Es la jerarquía con la que funcionan las fuerzas de seguridad en este país. La policía auxiliar que depende de la alcaldía no tiene ni voz ni voto para darle órdenes a la policía capitalina, ni mucho menos al Ejército; ni la policía auxiliar ni ningún funcionario ni yo como alcaldesa podemos, esto es competencia del Gobierno federal y del Gobierno de la Ciudad de México”.
El Ejército no actúa porque un verificador se los diga. Dicen que fueron verificadores de la alcaldía quienes ordenaron la entrada del Ejército al foro. Eso no sólo es una mentira descarada, es legalmente imposible. El Ejército y la Guardia Nacional no obedecen a verificadores, eso está clarito en la ley”.
Continuó. “La verificación que hacemos a establecimientos no depende sólo de la alcaldía. Si se va hacer una verificación oficial con intento de clausura, tiene que estar presente el Invea, mismo que depende directamente del Gobierno de la Ciudad. Una alcaldía no puede clausurar por su propia cuenta. En siete meses llevamos casi 2000 verificaciones. Ninguna de estas verificaciones ha sido acompañada con el Ejército, porque no les corresponde”. Quien conoce un poco del manejo de la administración pública en la Ciudad de México, sabe que la razón está del lado de Rojo.
En un concierto en el municipio de Nezahualcóyotl, Muguruza dijo: “Necesitamos saber quién dio la orden de ese operativo, por qué y para qué. Lo único que sabemos es que hay algo aquí que va mal”.
Cabe señalar que se han registrado varios “roces” entre los gobiernos de la ciudad y de la alcaldía. Por ejemplo, hace unos meses quisieron cancelarle a la administración de Rojo de la Vega, el concierto de un campeón mundial de freestyle que se realizaría en Tepito, pero lo impidieron. También está el caso del refugio para migrantes que se pretende establecer en la instalaciones de la Escuela Libre de Homeopatía, ubicada en Peralvillo, donde la alcaldesa ha apoyado a la comunidad, porque no se les consultó ni a su administración, ni a la gente, cosa que no le ha gustado al funcionario capitalino.
Por último, en un video difundido en redes sociales, Alessandra Rojo de la Vega aseguró que están preparando un nuevo golpe en contra de la alcaldía.
¿Será que Cravioto se quiere vengar por la manera en que lo evidenciaron?
Por lo pronto, la comunidad no tiene la culpa de que las cosas no se hagan de la mejor manera. Como ejemplo, está la manifestación de vecinos de la colonia Nueva Santa María, alcaldía Azcapotzalco, para evitar que se construyera un albergue para migrantes. Derivado de ello, se decidió su instalación en la alcaldía Cuauhtémoc, donde también se oponen.
Hoy, en un contexto político cada vez más polarizado, dominado por trincheras y discursos en blanco y negro, la “mano izquierda” se vuelve imprescindible. Sin ella, los proyectos no avanzan. Se requiere que el Gobierno de la Ciudad aprenda a hablar con quienes piensan distinto. No para rendirse, sino para construir algo más grande. Porque muchos de los que se oponen a sus planes, son personas que votaron por el proyecto de Morena.
Tener “mano izquierda” es saber que no siempre se gana imponiendo, sino convenciendo. Los cambios de verdad no se decretan, se construyen con otros, incluso con quienes no comparten el ideario. Sin esa capacidad, no hay cambio posible, sólo palabras.
Y las palabras solas no mejoran la vida de nadie.
Por la falta de “mano izquierda”, César Cravioto no le ayuda a Clara Brugada.
Jorge Javier García Mendoza
@GarciaJJavier