Sí, presidente, sí...
Desconozco cuántas, pero estoy seguro de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se habría ahorrado en beneficio de él y de México por supuesto -si le interesara, claro- millones de críticas, señalamientos, encorajinamientos y no sé qué más, si hubiera invertido en estos dos años de su gobierno una parte mínima de su enorme capital político en mostrar un poco, si, un poco, de mesura, empatía y buen ánimo incluso con sus adversarios.