Tiene razón la nueva ministra Margarita Ríos Farjat, los elogios, si los hay y se merecen, tendrían que ser hasta el final, hasta concluir la gestión o el periodo para el que se fue electo.
En el caso de los ministros y ministras, tal como lo señala la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el periodo es por 15 años.
Con la ministra Margarita, son ya tres las mujeres que forman parte del máximo tribunal mexicano. Ahí están también Yasmín Esquivel Mossa y Norma Lucía Piña Hernández. Las tres ministras con trayectoria para cumplir con la misión que se les ha encomendado, para impartir justicia, con imparcialidad, sin favoritismos, modas, ni consignas.
Bien lo expresado por la ministra Ríos Farjat cuando una vez que había sido electa por el Senado, alguien le soltó el comentario de que “era una ministra de lujo”. Ella hizo ver que los elogios o calificaciones se hacen al final, en este caso, dentro de 15 años.
Hasta ahora, en los tiempos recientes, no he visto que alguno de los ministros o ministras salientes haya sido lleno o llena de elogios, tampoco de críticas o recriminaciones.
Puede ser buena idea empezar a evaluar el trabajo de ministros y ministras, y no esperar 15 años, sino antes, cuando haya información cierta y precisa sobre su desempeño en asuntos controvertidos.
Más vale que todos los integrantes de la Corte echen sus barbas a remojar, cumplan como deben hacerlo y no corran riegos como el que tuvo que irse mucho antes de los 15 años, para dejarle el lugar a Margarita Ríos Farjat.
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@zarateaz1