María Félix hizo historia como actriz en México, con actuaciones inolvidables en el cine y con desplantes que la hacían singular en la vida social. Personaje reconocida e influyente. Admirada por muchos
y odiada por otros. En donde se parara, no pasaba desapercibida, menos con su lenguaje directo.
En estos tiempos ha sido recordada en las redes sociales. Circuló una foto de princesa con su belleza esplendorosa. Un fotografía que en el pasado puso al descubierto el productor de telenovelas Ernesto Alonso, su amigo.
Comparaban su belleza con la de Maribel Guardia, quizás por la ociosidad que a veces provoca el confinamiento obligado por la pandemia. Bellezas de épocas distintas.
El poder de María Félix era conocido. El día que ella dijo que el Centro Histriónico de la Ciudad de México olía a orines, a los pocos meses empezó su rescate, por parte del gobierno y la iniciativa privada.
Tampoco se olvida el día que aceptó medalla o condecoración del gobierno de Francia. Omitió solicitar permiso al poder legislativo para poder recibirla. La sanción entonces, en los términos establecidos por la Constitución, era la pérdida de la ciudadanía. Trascendió su falta y María Félix arremetió contra el diputado Jorge Moreno Collado quien había hecho la revelación. La actriz recurrió al abogado más famoso, constitucionalista, Ignacio Burgoa Orihuela, para que la defendiera. El jurista calificó de ignorante y oportunista al legislador.
Finalmente se repuso el trámite omitido y María Félix lució la presea que había recibido del gobierno francés.
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