Hasta ahora, por la oposición, Xóchitl Gálvez Ruiz es la mejor posicionada, al menos en las encuestas, para
competir por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México en el 2024.
¿Por qué?
Por su congruencia, porque se muestra tal y como es, sin dobles caras ni rehuir temas ni conflictos. No hay pregunta que haya dejado sin respuesta. Tampoco se ha escondido en situaciones complicadas como cuando su hermana menor Jaqueline Malinali fue acusada de presunta secuestradora en 2012.
Actúa con naturalidad, como siente el momento, sin mala fe, por eso nadie la condenó cuando en fiesta privada, cumpleaños del jefe Diego, ella empezó a grabar video con teléfono celular y lo difundió. Exhibió a más de uno de los invitados. Después se disculpó con el anfitrión porque entendió que no se vale invadir privacidad.
Para nadie es secreto su afición al futbol y mucho menos que es partidaria del equipo Cruz Azul, en las buenas y en las malas.
Sabe de ingeniería en computación, es su especialidad. Ha ocupado diversos cargos públicos, sin cambiar su estilo. Es neta, como dicen los jóvenes, política de expresiones directas y coloquiales.
Ha sido titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y jefa delegacional en Miguel Hidalgo.
Actualmente senadora y compite con su compañera Kenia López Rabadán, quien también está interesada en gobernar la Ciudad de México.
Solo un dato para medir popularidad: Xóchitl tiene 394 mil 800 seguidores en Twitter y Kenia 261 mil 500.
Arturo Zárate Vite
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@zarateaz1
arturozarate.com