Por meses Movimiento Ciudadano estuvo cacareando postularía candidato maravilloso y que tendría también plan de
gobierno maravilloso. Ni una ni otra cosa. Nadie en su sano juicio se atrevería a mencionar que este partido tiene posibilidades de ganar la presidencia. Ninguna. Prácticamente la disputa por la silla presidencial es entre dos mujeres: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
A estas alturas del proceso, cuando está próxima la elección, el 2 de junio, a menos de tres meses, hay que dar por hecho que a México lo gobernará una mujer.
Lo que nunca se había visto en la historia electoral de nuestro país. Por muchos años, por muchas décadas, nada más figuraban los varones. Las seis que en el pasado participaron en la elección presidencial, ninguna estuvo cerca de ganar. Ni siquiera Josefina Vázquez Mota quien compitió cuando su partido estaba en el poder. Quedó en tercer lugar. Lo atribuyó a que Felipe Calderón, quien vivía en Los Pinos, la dejó a su suerte.
Rosario Ibarra de Piedra (QEPD) compitió en dos ocasiones (1982 y 1988). Luchadora social respetada por todos, por su congruencia y honestidad. Sus cifras en los dos casos estuvieron muy lejos del primer lugar.
Las otras cuatro (Cecilia Soto, Marcela Lombardo, Patricia Mercado, y Margarita Zavala) tampoco consiguieron números o votos que inquietaran a los varones contendientes.
Hoy la situación es distinta, el que no figura y tiene cero posibilidades de ganar es varón: Jorge Álvarez Máynez.
La competencia por la elección presidencial está dominada por mujeres.
Arturo Zárate Vite
@zarateaz1
arturozarate.com