A Juan Luis González Alcántara Carrancá todavía no le cae el veinte de que ya dejó de ser uno de los dioses del
olimpo, a los que se les tenía que rendir pleitesía en la Corte.
Él, sus compañeros y compañeras del grupo de Norma Piña actuaron como si fueran perfectos, puros. aunque...
Nunca lo fueron.
Alcántara Carrancá debe explicaciones, que al pueblo nunca le va a dar, porque no le importa.
Sin embargo, estaría obligado a darlas a estudiantes del Departamento de Derecho de la Universidad Iberoamericana a donde anuncia que va a dar clases. Para enseñar a jóvenes hay que tener ética y moral, una conducta intachable.
¿Qué debe explicar?
¿Por qué en su casa se llevó a cabo la reunión encabezada por su compañera Norma Piña, la que presidía la Corte, pare recibir al dirigente priista Alejandro Moreno Cárdenas?
¿A poco desconocían la trayectoria de Alito?
Seguro que no fue un encuentro para purificarlo o corregirlo. ¿Sería para garantizarle protección por las imputaciones que le hacían en Campeche? Después resultó que Alito ganó todos los procesos en el poder judicial, al menos es lo que siempre ha presumido a los medios.
Juan Luis González Alcántara también aprobó resolución contra periodista que ya tenía dos sentencias de inocencia y que además había sido torturado. Nunca se ocupó de ver a fondo el expediente, tampoco de concederle audiencia, a pesar de los reiterados ofrecimientos que su secretario particular le hizo saber al interesado. Nunca tuvo tiempo.
¿A poco le va a decir a los estudiantes que fue perfecto, que no cometió errores y mucho menos abusos?
¿Cree que ha sido juez inmaculado?
A los estudiantes hay que hablarles con la verdad, con ética y moral.
Arturo Zárate Vite
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