#GENTENORMAL sin duda hablar de esta malograda #CuartaTransformación es hablar de una visión aldeana y pasada de moda, pero aderezada de tamalitos de chipilín que
huelen a una rancia central camionera y a cajas de jabón Roma amarradas con mecates, tal y como llegó a la Ciudad de México el tabasqueño que hoy despacha desde Palacio Nacional.
Sin embargo, considerar y creer que una empresa como CITIGROUP se va de México solamente por un personaje sexenal como el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador [@lopezobrador_] es -por decir lo menos- tener un escaso conocimiento y pobrísima visión del mundo globalizado en que vivimos.
Sin duda, el maniático egocentrismo del Presidente aunado a un golpeteo político entre los suspirantes de la -ya no tan lejana- Sucesión Presidencial del 2024 fue un factor para que los Big Bosses de CITI tomaran la decisión de salir de nuestro país, pero créanme que, esta decisión no sólo se tomó en los Headquarters de Nueva York, sino que se consultó y aprobó desde la Oficina Oval del Presidente Joe Biden [@JoeBiden] y eso sí, debería preocupar al Canciller Marcelo Ebrard [@m_ebrard] quien al parecer se enteró por los medios de este movimiento corporativo.
Es un hecho que CITI no es una blanca palomita ya que para ser rescatado financieramente le costó -en la crisis del 2008- a la Casa Blanca VEINTE MIL MILLONES DE DÓLARES de la Reserva Federal norteamericana y una vergüenza mundial a Wall Street por aquel espinoso tema de las Subprime de Fannie Mae y Freddie Mac, pero sino entienden bien el problema del que les estoy hablando vean la película “The big short” (2015)* y conozcan quienes fueron Lehman Brothers y Bear Stearns, entre muchos otros que murieron en aquella crisis económica (Bailout) mundial.
Así pues, la estrategia de segmentación de mercados y desinversión global sobre la banca minorista no fue exclusiva de México, pero en el caso de nuestro país responde más a la incomodidad y ridículo al que fueron sometidos por el caso de Oceanografía y a la reticencia presidencial de “darle juego” a una empresa como CITI que siempre está acostumbrada a dar golpes en la mesa.
Dicho lo anterior, y ante el Caudillismo reloaded que estamos viviendo y que no es exclusivo del Presidente, ya que los nuevos Zapata, Carranza y Obregón los tenemos encarnados en Monreal, Ebrard y Claudia, pero:
¿Quién será el nuevo Madero que pacte con los gringos, lo financien y convenza a CITI de no irse?
PARA EL COLOFÓN: Mi apoyo incondicional a mi amigo y colega Javier Lozano [@JLozanoA] un Bon Vivant como el que esto suscribe, a quien conocí desde mediados de los noventas en aquellas reuniones para construir un marco regulatorio de las telecomunicaciones, con el que hemos compartido el pan y la sal más una vez, y quien me invitó a principios del Siglo XXI a ser miembro del IDET [@IDET_MX]; Soy claro que lo acido de sus comentarios no pecan, pero incomodan a un gobierno carente de resultados.
Las opiniones son a título personal y no necesariamente representan las posturas de las personas públicas o privadas que represento.
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