En lo personal me da un poco de pena el papel que los independientes vienen realizando, dependientes de que el Tribunal Electoral les dé la razón para que se mejore la aplicación de celulares para recabar firmas, van en calidad más de
almas en desgracia que de personajes serios en plena cruzada por la democracia, excepto Margarita Zavala, el resto no estiran en los números. Verse desarropados de los grandes institutos los hace parecer desnudos y no son figuras menores, algunos de ellos portan experiencia y conocimientos, sin duda harían un papel extraordinario en funciones de gobierno, pero el inminente naufragio de sus aspiraciones tiene que ver con el desencanto o inconexión que los ciudadanos tienen para con estos nuevos actores de la vida política, pero no todo es funesto, hoy ese disminuido ejército de independientes están sembrando lo que en los próximos años deberá de ser un referente obligado en todos los procesos electorales, hoy están desinflados y no logran cuajar como producto, el mercado no los está comprando, pero es tal el desgaste de los partidos políticos que tarde que temprano "los independientes" habrán de mejorar sus fórmulas, encontrarán mejores discursos y una estatura mucho más agrandada frente a la pequeñez y suciedad de algunos partidos, como lo ha venido siendo el PT o El Verde en encontrar salidas inteligentes y un trabajo más realista, con propuestas que sean aceptadas por todos, con personalidades realmente limpias y sin mácula de sospecha sobre sus orígenes o trayectorias es que estaríamos siendo testigos de una mejor camada de independientes, pues siendo sinceros, los de hoy no dejan de ser una feliz ocurrencia que ha generado cierta novedad entre el público, pero que aún no terminan por dar el estirón. Los mexicanos se encuentran amodorrados en muchos sentidos, pocas cosas nos sacuden, tal como los terremotos y la marea de solidaridad, pero hacia la cancha de los partidos políticos, los independientes y los procesos electorales, ahí, se estrellan frente a una ciudadanía que no les cree, que no se conmueve, que no habrá de despertar por más que nos quieran vender estos productos milagro. Tanto a los políticos ordinarios como los mal llamados "independientes" les habrá de costar muchísimo llegar al ánimo de todos los mexicanos. Así es, viene una nueva etapa de desinterés, cansados por lo costoso de la democracia, por lo inoperante y corrupto del sistema político, habremos de ver pasar el trote de los independientes como un cometa. Hasta que depuren la idea y consigan seducir a los mexicanos.