En Chiapas se traen una grilla espantosa, como si fuera nuevo, la histeria se apodera de los medios locales y algunos nacionales, el senador Roberto albores Gleason, hijo del ex gobernador del mismo nombre y apodado por el sub marcos como "El Croquetas" ha sido i9mpuesto por los pinos como candidato del PRI verde a la silla que ocupara su padre ¿existe algo de extraño en esto? No recuerdo a algún gobernador chiapaneco que fuese
ungido por la soberana voluntad del pueblo chiapaneco, si mi memoria no falla, prácticamente todos han sido colocados desde el centro, luego entonces ¿cual es la rareza? Muchos del verde decidieron irse a tumbar con sus hamacas a otro lado, esperando que el berrinche les traigo algún premio de consuelo, ninguna rebelión dura más que lo que dura una amenaza o un nuevo cargo, ¿que morena puede ganar el estado de la mano de Rutilio Escandón? Claro que puede, que la prefecta del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano pueden ganar la gubernatura, claro que pueden, pero esto solo sucederá si los chiapanecos en edad de votar deciden dejar ser clientes de los mismos y optan por otras opciones, pero ¿ello cambiara sus rutas, modificara el futuro? Solo si deciden darse cuenta que el potencial del estado no solo reside en sus bellezas naturales y sus virtudes energéticas como el agua y los minerales escondidos sino en la fuerza y alegría de su gente. ¿Los chiapanecos son un pueblo realmente aguantador, noble, demasiado noble, por decirlo suave, que se acostumbró a esa especie de vasallaje impuesto por un puñado de familias, chiapanecos fluidos en talento y brillo, pero esclavizados a una especie de modorra ancestral que les ha impedido ser dueños de sus propios pasos...de que nos espantamos si a Chiapas se le ha tratado como el patio trasero de mexica? ¿Suena duro? Perdóneme, pero lejos de arrancarnos los ropajes por lo que habrá de suceder con el cambio de gobernador deberíamos centrarnos en el nacimiento de un nuevo chiapaneco, uno mucho más consiente, arropado por las ideas de los debates bien fundados y por escándalos estacionales, como nunca, los chiapanecos pueden dejar de ser esa especie de pueblo rehén de sus miedos y comenzar a ser esa patria chica que inunde de grandeza y progreso al resto de México...y sucede con muchas regiones en México, no solo en Chiapas, solo que Chiapas nos duele a algunos un poco más.