Antes de que ordene meter a la cárcel a enrique peña nieto, (¡Sabrá Anaya que estácalcando lo mismo que acusa, o sea el uso faccioso de la justicia en contra de algún adversario o tiene en mente autoerigirse en dictador, caray, Como se parecen en esto él y AMLO!) Pues bien, antes de que Ricardo Anaya decida aventarles a los casos azules al presidente peña, Anaya debería darnos a toda una explicación convincente y ante la ley de
lo que se le señala: de poseer un genio financiero capaz de adquirir un predio en diez millones de pesos para después volver a comprar en 52 millones, pasando por una serie de prestanombres y la utilización de por lo menos dos paraísos fiscales. Anaya no es un buen político, es un extraordinario ingeniero instruido para armar toda una serie de puentes y generar ganancias millonarias con dinero sospechoso. Seamos honestos, estamos en tiempos electorales y el nombre del juego, nos guste o no, es de guerra total, el que la PGR haya tenido esta información y decida ocuparla para desnudar a uno de los candidatos es tema común en este tipo de contiendas, ¡que habría hecho Anaya de poseer una bomba así en contra de Meade o AMLO? ¿Se lo hubiese guardado y dejar que la oportunidad corriera? De ninguna manera, esto es política, esto es la búsqueda de evidencias que permitan exhibir a los de enfrente, y en ello lleva ventaja Meade, pues hasta sus más recios detractores no han podido acusarlo de algo, no debe ni una multa de transito! Sin embargo, Anaya no solo está recurriendo al sobado argumento de autonombrarse "perseguido político" sino que por su ambición su buque frentista está siendo arrastrado hacia un brutal iceberg y no tardan los pasajeros del PRD y mc a comenzar a saltar en el clásico" sálvese quien pueda". ¿que haría AMLO si a su poder llegaran pruebas en contra de Anaya? Lo mismo, armaría una rueda de prensa y atacaría con todo a quien hasta hace poco le pisaba los talones, lo acusaría de ser hijo de la mafia del poder, que el chamaquito les aprendió las mañas a sus mentores y cosas así. Persecución política o no, Ricardo Anaya no ha podido dar un argumento creíble, su preocupación se centra en llamarse víctima, así como el jefe diego pretendió desviar el tema hacia la "mentada de madre" que profirió en las oficinas de la PGR. Seamos claros, la estrategia es clara: se está buscando encuerar a los adversarios de Meade, cierto, sacarlos a luz pública al poner en evidencia que ni son todo lo honestos ni son incorruptibles, y ahí están las pruebas, esto es política, y quien no lo entienda así es porque jamás ha leído a Maquiavelo, o en el mejor de los casos a Gonzalo n. Santos...si Anaya no quería ver fantasmas pues no hubiese salido de noche, y mejor, no se hubiese empotrado en una contienda en la cual tarde que temprano le caerían los escupitajos que el mismo arrojo.