Dejemos por un momento de lado a esta carpa trocpicalizada de la política mexicana y asomémonos a el gigante de Europa...Alemania, ayer, Ángela Merkel juramento lo siguiente: 2juro dedicar todas mis fuerzas para el bienestar del pueblo alemán, multiplicar sus beneficios, evitarles daños, garantizar y defender la constitución y las leyes de la federación, cumplir con mis obligaciones a conciencia y ser justa con todo el mundo". Este
articulo 56 de la ley fundamental de la constitución alemana es sencilla, clara, pero, sobre todo, y a diferencia de la nuestra, ese si se cumple. Ángela Merkel, con esto, va por sus cuatro mandatos y sumara 16 años de poder desde que asumió la posición desde 2005, se empata con su maestro político, Helmut Kohl...la mayoría absoluta del bundestag, (cámara alta) le ha dado su total respaldo. Pero, ¿cuál es el encanto que despierta Merkel? Sin duda, el liderazgo en la región la confirma como una de las mujeres más poderosas del orbe, capaz de mantener en buenos términos la relación, tanto con los estados unidos, como con Rusia, fiel de la balanza económica que en su momento evito que varias naciones europeas se fueran a la quiebra siendo artífice de amplias negociaciones que permitieron replantear deudas, Grecia y España le deben a Merkel su supervivencia...pero en el juego de los espejos, es importante asomarnos al caso de éxito alemán, una nación que tras severas citarices históricas , pero que como pueblo ha sabido rescatar lo mejor de las lecciones y convertirse hoy por hoy en uno de los países con mejores índices de calidad de vida, con fuertes tintes incluyentistas, capaz de aceptar a cientos de miles de seres humanos de otras naciones que han encontrado en Alemania, la tierra fértil de oportunidades, los mexicanos deberíamos tomar nota de estos ejemplos, y ser mucho más receptivos a los avances en materia de educación y empleo que allá se practican, comenzando por mirar que las reglas del sistema social de allá no contemplan en lo absoluto algún atisbo de corrupción, su clase gobernante posee esa fuerte cualidad y son ejemplo en el mundo de honradez y cumplimiento, y de ahí permean hacia todos los sectores de su nación convirtiendo en una maquinaria que funciona muy bien, con recia mentalidad y el compromiso de hacer todo , primero, en beneficio de su país, Alemania. Ángela Merkel refleja por mucho la fuerza de un pueblo, ella no podría ser la líder respetada de Europa que es sin los elementos de una nación que se preocupa por cultivarse, por practicar el respeto y sobre todo, por saberse conducir con dignidad, miremos el caso alemán, y pensemos por un momento en lo que aquí, en nuestro México construimos o destruimos todos los días, siguiendo esos paralelismos, respondamos a cabalidad: ¿algún día podremos ser como Alemania y sentirnos orgullosos de un gobierno como el de Ángela Merkel? ¿esta sociedad mexicana está en ruta de ser una potencia equiparable a la alemana o somos lo más próximo a Venezuela? Sigamos los casos de éxito, no es inventar nada, es calcar lo que, si funciona, y esto incluye, por supuesto, a nuestra carnavalesca sociedad.