Es lugar común citar a el fracaso de las encuestas en los estados unidos y gran Bretaña, Trump y el Brexit son los apellidos de los fracasos de los medidores de opinión, Colombia lleva dos, el plan de paz y el reciente proceso electoral de este domingo 27 de mayo...sin
sorpresas , las casa encuestadoras de allá volvieron a fracasar, nadie atino a los resultados de la segunda vuelta, no hace mucho se hablaba del contundente triunfo del izquierdista Petro Gustavo, lo menos que se dijo es que aplastaría a el oficialista de derecha Iván Duque, y pues no, la segunda vuelta esta y ahí se habrá de definir el nombre del próximo presidente colombiano...por cierto, en ese país podemos encontrar el espejo mexicano, ya que en este momento las cuatro cinco casas encuestadoras se encuentran justificando el por qué no le atinaron, unas insisten en afirmar que no hubo error, en que si tuvieron aciertos...el tema es la mentira que se construyó en torno a una figura que hasta hace unos días se creía invencible...y aquí, en México , pasamos por la misma ruta y permítame insistir: seguramente tendremos el mismo resultado, el de un personaje que el dos de julio habrá de salir a gritar fraude, el mismo fraude de siempre y que habrá de desconocer los resultados, acompañado, claro está, de un cortejo de dolientes que querrán incendiar a el país, y todo porque la siembra de percepciones que fraguaron por medio de las casas encuestadoras no les funciono y ha sido la ciudadanía la que hablo en último minuto. No lo queremos aceptar, pero se ha levantado un muro de ficción sobre de que ya hay ganador, de que las encuestas no fallan, y claro que fallan, claro que se equivocan, pues no están respondiendo a el derecho de los ciudadanos, sino de los partidos políticos, realizar una encuesta resulta muy costosa, implica millones de pesos, ¿y quien lo paga? Los partidos político y ahí encontramos el truco: quien contrata a una casa encuestadora no lo hace para tener un mapa fiel de su realidad, sino de cómo hacer creer a el cliente (votante) de que son la mejor opciones que están teniendo éxito, de que su producto (candidato) ha llenado el ojo del pueblo, y todo esto se hace acompañar de enormes dosis de manejo de redes sociales, de bots, de memes, de ataques , de defensas, vamos, se trata de fortalecer falsos conceptos, se construyen personalidades a partir de un engañosos aplauso colectivo, pero que al final terminan siendo comprados por la gran masa , aunque se trate de productos milagro. Lo podemos confirmar de la siguiente manera: las casas encuestadoras, aunque han fracaso en los últimos años, no desaparecen, y no sucede porque continúan cobrando miles de millones de pesos por medio de jugosos contratos con partidos políticos. Así que apúntelo: AMLO no ha ganado, no existen tales 20 puntos de diferencia. AMLO solo los madrugo llevándose a la bolsa a tres o cuatro encuestadoras, las cuales nos deberían decir quien les está pagando esta chamba. Así de claro.