Durante el proceso electoral para la gubernatura del estado de México, platicando con Juan Zepeda, entonces candidato y figura de rock star del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a ese cargo, le comente que para entender a los
ciudadanos mexiquenses y tener la capacidad de entenderlos había que ponerse en su piel, le sugerí que un día, lunes de preferencia, madrugara y se fuera a visitar el paradero del metro indios verdes, que se detuviera en los andenes del metro y observara a todos los que abordan el gusano naranja, a Zepeda le aconseje que observara el rostro de desencanto, rayando no solo en el cansancio propio de la hora, sino de esa mueca de desesperanza que muchos traen, desanimo que se refleja en ojos vacíos, cansados, estampas de seres autómatas y que muestran muy poco entusiasmo, en aquellos movimientos mecanizados de pelear, empujarse y acomodarse en el asientos, (cuando alcanzan lugar) para volver a dormir...le decía a Juan Zepeda, que los políticos de adeveras deberían asomarse a ese mundo, el real y que si alguno deseaba hacerle un bien al país , a esa gente, buscar la manera de variarles un poco la existencia, trabajar, los políticos para que la vida de eses seres humanos tuviese una narrativa distinta, y que si alguien de la clase política lograse mejorar las condiciones de vida de esas personas habría logrado dar un gran paso...insistí a ese candidato que el mayor problema de los políticos en México era la brutal separación de su mundo con el resto de los mexicanos, que no había político que supiese o recordara el peso del día a día y que mucho bien les haría mezclarse con el llamado pueblo y empaparse de lo que a un ciudadano común le angustia, le preocupa... no se si Juan Zepeda siguió mi recomendación, pero se que a ningún funcionario público de alto nivel le pasa por la cabeza asomarse a las calles para respirar el mismo aire de conflictos con el que cualquiera tiene que toparse... por ellos es que un bache, un asalto, una marcha, un socavón, un verificentro inoperante, un policía abusivo, un servicio público mal ejecutado , la falta de agua, un cobro excesivo, etc. son temas que no terminan, por que no afectan a los que encabezan los gobiernos, ellos son ajenos, absortos y extraviados en el mundo de los ayudantes, choferes, secretarias , motopatrulleros que les abren el paso... ellos no hacen fila, no experimentan el traumático arribo de un asaltante a el micro exigiendo celulares y carteras... la cúpula política de distintos gobiernos no saben lo que es estar a mitad de quincena y no tener dinero ni para ponerle un cuarto de gasolina al tanque... México es un laboratorio de realidades, descarnadas y dolorosas, ahí es en donde se requiere que aquellos que no entienden que les paso el domingo, sepan meterse para entender que si no se hace algo por esos mexicanos y la terrible cotidianeidad, difícilmente volverán a ver algún trazo de triunfo electoral.