Andrés Manuel, como presidente y como ciudadano tiene todo el derecho a
manifestar su vocación religiosa, nada hay en la constitución que se lo impida, puede generar resquemor el que sea evangelista, pero eso es problema de los que practican otras religiones, en lo personal sigo sin entender esa especie de guerra fría entre católicos, protestantes, testigos de Jehová etc…la finalidad de que el mandatario busque sembrar una figura rectora moral para modificar conductas y reencausar acciones no está del todo mal…
Vamos quitando la etiqueta de que se trata de un presidente y que este no debería meterse en temas religiosos, eso es una vieja carpeta que nace con la necesidad de ponerle un hasta aquí a la iglesia católica que de manera descarada manejaba los asuntos de gobierno y de sus ciudadanos, la nueva España y posterior a la independencia son hierros lacerantes que aun duelen…solo Juárez tuvo los arrestos para quitarles de las manos el imperio que operaban en México…
Díaz se peleó pero nunca rompió con ellos, y Elías Calles inauguró la guerra cristera en medio del más brutal fanatismo, tanto de religiosos como de revolucionarios…
Esos serían los antecedentes del por qué no se aceptaba el que un presidente oliese a púlpito y a incienso…
Pero abramos la visión para entender lo que está ocurriendo en México, el país está hundido en una de las peores crisis morales de su existencia, no hay rincón de la patria que se salve, la bestialidad de las acciones y el nulo respeto a la vida está demostrado en lo que todos los días refleja: hordas de criminales que han tomado el control de la paz, que se adueñaron del miedo…pero no solo eso ocurre con la gran nata de asesinos, violadores, y secuestradores, sino que en todos los órdenes de la vía pública se acomodaron prácticas de corrupción y de desprecio de la ley, torcidos todos los renglones de lo que en algún momento fueron los límites entre el bien y el mal…
No es un asunto menor; a muchos ya no les queda claro que las conductas no solo deben ser reguladas por reglamentos civiles sino por aquellos cuya conciencia nos obliga a no romper con los equilibrios de la convivencia a diario…
Bastaran un par de preguntas para entenderlo: ¿por qué ,tanto un delincuente común, como un encumbrado servidor público, han sido capaces de cometer actos que en otras geografías serian severamente castigados y aquí, en este país , se resuelven con un escape hacia las puertas de la corrupción? ¿En qué momento se les insaculó a los que delinquen , roban, matan, abusan sexualmente de otros y de otras, corrompen y defraudan abusando de los demás? ¿qué aprendieron desde los hogares o escuelas que los convenció de que nada sucedería si llegaban a cometer actos contrarios a la ley?…veo que detrás de la acción del presidente se encuentra una legitima visión de colocar en serio el debate filosófico del ser y deber ser, de la vieja escuela moral que ve también por el prójimo, por su bienestar, y claro que dicho intento tiene sus filos peligrosos, y que tampoco veremos como este gobierno logra resolverlo, pero nadie con dos dedos de inteligencia en la frente negaría que nos urge discutir el por qué vamos directito al abismo, y la manera en que habremos de evitarlo…esto va más allá de misas y sermones, de darnos la mano e ir en paz porque este rollo ha terminado, se trata de medidas básicas que hemos abandonado, que en algún punto México se convirtió en una selva , salvaje y cruel , indolente y permisiva …¿el presidente AMLO es el indicado?
No lo sé, pero tiene la fuerza de los reflectores, es un referente importante y su voz tiene peso… ¿qué seria cuestionable porque es un político? Como sea y de la manera que sea se requiere que alguien vaya poniendo el dedo en la llaga y que se digan las cosas tal cual…la miseria, la pobreza, la injusticia, la simulación de las leyes son el rostro perfecto de esta amoralidad mexicana.
México es sostenido por muchas vigas podridas y creemos que eso está bien, que es normal, no, no lo es…y este descuido nos lo cobrará muy fuerte el futuro.