Comienza el juego de las encuestas, la adicción sobre las barras y gráficas
pone a muchos nerviosos, más a los que ven la caída en picada de su figura.
Lo he dicho y reitero esto: la popularidad tiene que ver con enormes dosis de conductas emocionales, muchas desarrolladas legítimamente desde la percepción, otras del contagio de miedos o alegrías, pero todas traen carga de subjetividad.
El estado de ánimo del gran público empuja o retrocede a la figura a ser estudiada, el presidente de la república ha sido sujeto a este tipo de disecciones, con Carlos Salinas se dio inicio a esta tabla, la oficina de la presidencia encargo estudios mucho más precisos entre los ciudadanos para saber que rumbo tomar, que decir, a quien decirlo.
Zedillo, Fox, Calderón y aun mas con Peña fue que se instalaron todos los mecanismos de auscultación, tanto que el aplausometro fue indicativo de decisiones de gobierno…ni se diga las campañas políticas, todas sujetas a esas balanzas. ir arriba o debajo en aceptación se convirtió en el único oráculo de los aspirantes.
Las casas encuestadoras hicieron su agosto, unas veces con ampliar márgenes de error, otros con puntual precisión…y llego amlo, quien de manera silenciosa fue tumbando todas y cada una de las gráficas que desde la oficialidad manejaban que él no ganaba, que sus puntos no eran tantos, que Meade y Anaya lo habían empatado…se mintió con la verdad, y al final de todo, México supo que en realidad el tsunami moreno se hacía del país entero…¿sorpresa? Solo para los que no creíamos en ese fenómeno electoral, pero si, las casas encuestadoras no se equivocaron…esta es la ficha histórica, pero sirve de base para ir comprendiendo lo que en el mundo de las opiniones se va tejiendo, para algunos el estancamiento y para otros la caída de la figura presidencial, un tema que comienza ya no a gustar tanto en palacio, que ha encendido los focos de alerta sobre algo que se sabía, que la alta montaña de expectativas, que las renuncias de miembros de su gabinete están marcando una ruta que debería ser considerada ya como señal de que se están tomando malas decisiones…y ello, irremediablemente ha pegado en la línea de aceptación, del concurso de popularidad que se asoma ya como un choque de trenes entre la posición oficial y la realidad, la necia realidad…el presidente de la república se ha ganado el derecho a corregir lo que ha establecido como políticas de gobierno, equivocaciones que se reflejan en un ambiente cada vez más espeso, dejando entrever que la terquedad es el sello y no el accidente, imposibilitado para reconocer que los tiempos de campaña quedaron atrás…las encuestas y el reflejo de los niveles de aprobación están gritando que el barco de morena ha sufrido una seria avería…lo grave de la situación es que nos enfrentamos a un reducto de posiciones en donde más de medio país pide resultados, y desde palacio se machaca con el que todo está bien, que él tiene otros datos…aguas, lo que se creía sano y fuerte ya da muestras de temperatura. ¿habrá sensibilidad para entender el mensaje? Lo dudo.