A alguien dentro del gabinete de AMLO no le cuadra el que doña Olga siga en
el cargo…la secretaria de gobernación Sánchez Cordero le ha pasado lo que a Chabelo, la andan sacrificando cada cinco minutos y ahí sigue, y todo indica que continuará, pues no existe una sola razón como para que le den las gracias…a doña Olga se le tiene que reconocer varios aspectos: es una profesional en lo que hace, su carrera en el mundo de las leyes es intachable, gran jurista, enérgica pero con buena mano derecha…
Hace ya casi dos años , en este espacio del Picotazo Político, tras los sismos del 19 de septiembre, hice mención de la tragedia del Rébsamen, mencioné que la dueña del colegio, Mónica García Villegas, tenía parentesco con el esposo de doña Olga…distintas fuentes periodísticas lo habían mencionado, pero resulto falso…fue la propia ministra la que me llamó y lo hizo de la manera más amable, su trato de dama y lo puntual de la información que me hizo llegar me llevo a realizar una nota aclaratoria reconociendo que mis fuentes habían estado equivocadas, que hubo “mala leche” en esa filtración y que al final, como titular de la columna, estaba obligado a reconocer mi error…y a partir de ahí tuve contacto con la poderosa doña Olga, y ello me permitió tener un visor mucho más cercano.
La secretaria de gobernación es de lo más rescatable de esta 4 t, está rodeada de personajes de alto calibre intelectual y vinculados a años de lucha por la democracia, tal es el caso de Alejandro Encinas, uno de los políticos más honestos y congruentes que haya conocido…
Ahora bien, a la secretaria no le ha tocado la posición más sencilla, la oficina en Bucareli trae el fario de ser una de las de mayor influencia en prácticamente todas las coordenadas de gobierno, por ahí han pasado muchos ex presidentes ,antes de serlo, por ahí se cocinaron las traiciones más ruines y se formaron pasajes turbios de la política nacional; gobernación fue el brazo de espionaje y de operativos más oscuros durante muchos años de los pinos.
Romper con esos paradigmas no ha sido tarea sencilla y veo que doña Olga ha sabido llevar con mejor capitanía la nave que con golpes en los arrecifes, solo que alguien dentro del equipo del mandatario no le gusta eso, de ahí que se hayan dado a la tarea de “renunciarla” a cada rato…y mire Usted que se requiere a más funcionarias como ella, pues en los vestidores de este gobierno de morena se pueden ver dos o tres políticos que deberían irse a su casa, que le están significando más dolores de cabeza a su jefe y que como contagio vemos en el espejo capitalino el mismo fenómeno, contando solo a unos pocos que si hacen su trabajo a lado de la doctora , pero el resto ya convertidos en auténticos lastres para estas administraciones.
Pero allá ellos y sus jefes que traen muchas ganas de aceptar autogoles , excepto se atrevan a realizar a cambiar los fusibles que ya comienzan a dañar a la población.
Existe dentro de las líneas de trabajo de la secretaria de gobernación una ruta que es interesante: el trato a las defensas comunitarias y que ha llevado su subsecretario Ricardo Peralta a la práctica y no sin polémica, y es darles posición de interlocutores en esta guerra en contra del crimen organizado, lejos de la discusión de si esto es legal o no, dejemos el infantilismo y aceptemos que estas guardias son producto del hartazgo de muchos ciudadanos ante el fracaso de gobiernos locales y de un ramillete de operativos federales fallidos.
En Michoacán se conformaron pero el contagio en otras entidades se ha dado, y al existir no se les puede ignorar, así que si bien , el que un gobierno vaya en su búsqueda y trate de coordinarse con ellos no es del todo malo, el doctor Mireles es parte de esa solución , la misma que otros gobiernos no pudieron…lo que entiendo por parte de esta estrategia de la secretaria de gobernación es de un pragmatismo crudo, pero necesario para acabar con el cáncer del crimen, eso es dejar de disimular con un discurso de respeto a la legalidad y de todo ese rollo que no asusta a nadie, y comencemos a mirar las soluciones radicales a una brutal realidad…
Pero ese avance parece no gustar , de ahí que se pueda deducir el por qué existen manos negras que tratan de “sacar de la jugada” a doña Olga Sánchez Cordero, y hay lógica en esto: si a Sánchez Cordero le sale bien esto, apaciguar a los narcos y sus tentáculos, pacificar al país, nadie podría negarle el derecho a el siguiente nivel, la Presidencia de México. ¿descabellado? No, no para una mujer con sus credenciales.
Apúntelo.
Llegaría a esa posición a los 76 años, un poco más que Merkel y Bachelet. Siete más que AMLO y diez menos que Pepe Mujica.
Con un curriculum impresionante, senadora, ministra, secretaria de estado…
¿Lo había pensado? Yo también.